Mixquiahuala y sus problemas, invisibles en tiempos no electorales

Mixquiahuala de Juárez sufrió seriamente el embate de la inseguridad con la administración de Isidoro Monroy, al grado que la ciudadanía optó por organizarse para cubrir sus necesidades en la materia, pero con el paso de los días dicha estructura recayó en el sensacionalismo de las autodefensas.

Con intervención de autoridades estatales lograron reestablecer -o por lo menos así lo percibió la población- la seguridad, independientemente del carácter aguerrido y a veces hasta provocador de los mixquiahualenses que se ha visto en diversas manifestaciones sociales.

Con el arribo de Humberto Pacheco Miralrío al Ayuntamiento se registró un nuevo incremento en la inseguridad, el cual causó malestar entre la ciudadanía, que una vez más se enfrentaba a suplir las tareas de las autoridades.

Sin lugar a dudas, el mayor problema de Mixquiahuala son los ejidos, como en la franja fronteriza con sus vecinos de la comunidad de Mangas, perteneciente al municipio de Villa de Tezontepec, conflicto que data de hace cien años, con documentos públicos de la época virreinal presentados como prueba fidedigna por parte de los oriundos, quienes cuentan con buena asesoría jurídica, mientras los mixquiahualenses reclaman las cerca de mil 900 hectáreas con base en la repartición de tierras que data de la época post revolucionaria, que como bien se sabe dibujó un nuevo mapa de propietarios.

Los enfrentamientos violentos han sido cuantiosos, y a pesar de que existe un precedente legal situado en congruente contexto histórico, los oriundos de Mangas han aprovechado dicha situación para hacerse de grandes beneficios, entre los que se cuenta una jugosa indemnización expedida por Manuel Ángel Núñez Soto.

No podemos pasar por alto el costo político que representa Mangas para actores como Luciano Cornejo y Asael Hernández, que a través de los campesinos han negociado jugosas prebendas con gobiernos estatales priistas.

En recientes semanas cobró importancia el problema de suministro de agua, pues mientras escaseaba en los núcleos de población, el expresidente Isidoro Monroy no tuvo el menor problema en obtener el recurso para sus animales en su rancho “Palmillas”. A tanto llegó el dilema que en Mixquiahuala se puede hablar de “huachicoleo de agua”, que las autoridades simplemente no observan o no tienen conocimiento debido a causas desconocidas.

El tercer problema de trascendencia estatal se contiene en el ramo de salud, específicamente en la atención médica proporcionada en el Hospital Integral de Cinta Larga, que hace un par de semanas trajo como consecuencia la muerte de una mujer que no pudo ingresar al inmueble.

Esto genera consecuencias del tipo penal, motivo por el que los encargados del área de prensa decidieron enterrar el asunto haciendo oídos sordos a las menciones, pero los hechos fueron retomados por medios digitales regionales, que hasta la fecha no han tenido respuestas serias ni tampoco se han anunciado medidas de prevención o contención en el tema.

Pese a todo, se han creado diversas asociaciones civiles que llevan a cabo tareas para fortalecer el arraigo en la comunidad y con ello lograr subsanar algunas de las carencias que nacen de la falta de resultados del Ayuntamiento.

Por su parte, la diputada local Ana Bertha Díaz Gutiérrez se observa desapegada de la región y como buena panalista suma esfuerzos para intentar derrocar a la titular de la SEPH, o por lo menos recibir algún favor de su dirigencia, es decir, si en futuras movilizaciones de maestros se observan oriundos de Mixquiahuala, la legisladora podría ser motivo de ello.

Mientras que el diputado federal Pedro Luis Noble Monterrubio mantiene muy poca presencia en la región y no emite comentario alguno sobre los problemas que existen, a pesar de haberse desempeñado como secretario de Salud durante la administración de José Francisco Olvera Ruiz; al parecer no le dio sustancial atención al Hospital Integral de Cinta Larga y actualmente no tiene esbozo alguno de posibles soluciones.

Mixquiahuala de Juárez es ahora cabecera municipal de Distrito Local, por lo que el año entrante las promesas para solucionar conflictos no se harán esperar, tal como sucedió el año pasado, y sin embargo, no se han generado cambios positivos, al contrario, han crecido las afectaciones de la comunidad.

Entre los aspirantes a diputados locales se prevé la presencia de Jorge Candelaria y Jajaira Aceves por el PRI, mientras los excandidatos a presidentes municipales –ambos olveristas-, Mario Cruz y Yesenia Valdéz andan desaparecidos, sin trabajo político ni padrino suficiente. Por último, el exalcalde Isidoro Monroy, a pesar de sus aspiraciones, posee una pésima imagen ante la ciudadanía.