No hay metafísica

Una mujer mueve su vida en las profundidades de la fe religiosa, pero no místicamente sino sólo siguiendo conservadoramente las formas, como los rezos y su ropa; la resignación, la culpa y su alma siempre rota. No obstante su sometimiento en la historia teológica, una voz en su interior le grita.

 

No hay una verdad total

 

Sacude su cabello frente al espejo buscando la voz, voltea hacia el marco de la puerta y gira ligeramente su cuerpo. Da un paso lentamente, evitando el ruido y agudizando su oído, da otro paso y, justo al dar el tercero, un susurro proviene del espejo.

 

No hay moral fundamental

 

En el espejo se observa y, detrás de ella, aparece su sombra en el marco de la puerta. Cuando voltea se cierra la puerta. El espejo vuelve a hablar.

 

No hay un cielo al que acceder

No hay un Dios a quien rezar

 

Es ella mirándose de frente, con rostro temerario y diciéndose.

 

No hay ninguna estupidez

 

Su visión se sumerge en las pupilas convertidas en planetas y, luego de un viaje entre estrellas neuronales de la conciencia, aparece en medio del desierto mientras la luz del sol la alumbra, y la deslumbra filosóficamente, desde varias direcciones. Se detiene y mira al frente, la comprensión del devenir acaece en su mente.

 

Sólo hay el flujo y el cambiar

 

La naturaleza hablando y su espíritu desesperado.

 

Mi cerebro va a explotar por un dilema moral

 

La luz la cubre por completo y regresa a casa, mirándose al espejo luego de trascendental revelación dentro de su cuerpo. Se mira al espejo, se observa decidida y decidida sale a la calle, a este mundo cambiante.

 

No quiero la cristiandad, no soy rebaño ideal

 

Participa en una marcha de equidad de género, defiende los derechos de la mujer y los derechos civiles de las minorías. Enfrenta valientemente a la policía, lucha ferozmente contra la discriminación y defiende a sus compañeras de la violencia machista.

 

Quiero plena libertad, libre ser individual

 

Habla inspirada, inspirando a todos en un mitin cuando, desde el anonimato de las masas, una bala sale disparada. Ella cae al suelo, sus colegas se acercan para ayudarle pero ha muerto, es demasiado tarde.

 

Este mundo es lo que hay, no esperes nada más

 

No obstante, sonriendo.

 

No hay metafísica

 

 

Por: Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".






EL INDIO FILÓSOFO - Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".