Renovaciones en los partidos “poderosos”

Durante el fin de semana se dio la elección de renovación de la dirigencia estatal panista, después de la tensión desatada por la impugnación de mujeres que reclamaban la falta de paridad de género en la constitución de dichas planillas.

Finalmente, el ganador de la elección fue Cornelio García Villanueva, vinculado políticamente con Asael Hernández Cerón, el diputado local que se vio envuelto en una acalorada pelea con una regidora que, aseguraba, la había golpeado mientras grababa con su celular en la casilla donde votaría el exalcalde.

Fueron unas elecciones bastante teatrales por parte de los dos grupos panistas con mayor fuerza: Asael Hernández y Yolanda Tellería, y la alcaldesa fue la gran perdedora de la elección, lo que podría anunciar una futura derrota del PAN en Pachuca, o bien, la salida de Tellería y su cónyuge para refugiarse a lado de su antiguo amigo, Damián Sosa.

Por otro lado, el PAN hereda una millonaria deuda por temas como multas durante los procesos electorales, por lo que Cornelio García deberá unificar a la militancia albiazul, al mismo tiempo que paga la deuda en gran medida generada por Asael Hernández.

Mismo caso será para el PRI, que acumula deudas descomunales desde 2016, y al igual que el PAN se encuentra fragmentado y sin rumbo con el repentino repunte del grupo de Ixmiquilpan, encabezado por Erika Rodríguez y María Luisa Pérez, además de haber obtenido las candidaturas a diputaciones federal y local, ambas perdidas. En ambos casos sus vínculos políticos parecen más orientados a Morena que al PRI, la secretaria general perteneciente al grupo de Roberto Pedraza, de quien mucho se ha rumorado su puesta a disposición del Grupo Universidad y la coordinadora de la bancada priista en el Congreso a través de otros personajes podría ser la cargada morenista de Carolina Viggiano.

Morena también aguarda el relevo de dirigencia con un problema más parecido al del PRI: el arribo de un dirigente militante, pues en el caso de José Leoncio Pineda Godos es aún identificado con las líneas panistas, mientras el Grupo Universidad se vuelve cada día más importante para dicha determinación.

El PES también deberá cambiar dirigente, pero con la gran suerte de no tener que pagar las deudas millonarias de su pasado por la pérdida de registro nacional, es decir, el partido político que más libertad económica gozará es el morado, lo que genera una amplia ventaja para consolidar la estructura política que nunca ha tenido.