Resentidos olveristas buscan desestabilizar a Hidalgo

El 5 de septiembre de 2016 se llevó a cabo el cambio de gobernador en Hidalgo, investidura que ahora lleva Omar Fayad Meneses. Como era de esperarse, la gente identificada con el grupo político de Francisco Olvera Ruiz se vio rezagada en el plano estatal, hecho por el cual continúan resentidos y buscando venganza política.

Entre los males desatados por el grupo olverista podemos observar cómo, repentinamente, la capital hidalguense es sede de manifestaciones diarias de diversos grupos “ciudadanos”, que protestan y protestan para obtener prebendas económicas del gobierno o espacios políticos en 2018.

Tal es el caso de pseudo-líderes como Oscar “El Perro” Pelcastre, Gerardo Sosa, Pascual Chárrez o Guadalupe Orona, quienes se enriquecen a costa de sus representados y es poco probable que les cuenten a sus huestes las jugosas negociaciones a las que llegan con algunos personajes, o el costo de las movilizaciones que ven más como una inversión a futuro.

Parece que esta terna que vende sus servicios al mejor postor (o esa fama tiene) ha sido contratada por el grupo olverista para generar un fantasma de ingobernabilidad en el actual sexenio.

Por cierto, llama la atención que Yolanda Tellería Beltrán se ha liberado exitosamente de todas estas manifestaciones de rechazo ciudadano, lo que apunta a que ya hubo una negociación con prebendas a cambio del cese a los ataques, que ahora se mudaron al Ayuntamiento de Mineral de la Reforma, donde Pedro Celestino Pérez Flores, secretario general municipal, denunció formalmente a Oscar “El Perro” Pelcastre, además de ofrecer una postura  clara en la que rechazan las prácticas utilizadas que ponen en riesgo a decenas de personas e impiden el libre desarrollo de actividades.

Por otro lado, desde la UAEH se ejecuta todo un circo mediático para presionar a los inquilinos de la Plaza Juárez con miras a 2018. Gerardo Sosa Castelán defiende públicamente la autonomía universitaria, aunque la realidad es que busca proteger los recursos económicos que extrae de la máxima casa de estudios, y lógicamente, la pérdida de dinero implica la desaparición del poder político que posee.

En tanto, Pascual Chárrez Pedraza pasa más tiempo organizando manifestaciones que gobernando Ixmiquilpan. En este particular caso se ha visto cómo el alcalde busca exhibir al gobernador manifestándose en diversos puntos de la Ciudad de México exigiendo dinero para lo que él llama obras “urgentes”.

Otro factor importante a considerar en este tema son los grupos priistas resentidos con el actual grupo en el poder, que buscan ocupar posiciones el año entrante. Muchos de ellos vuelven de los diferentes puntos de la geografía hidalguense, desde el Valle, la Sierra, Tula, Pachuca o Mineral de la Reforma, pero todos y cada uno buscando posicionar al grupo olverista como la tercera fuerza política en Hidalgo.

Muchos agazapados esperan la nominación del candidato tricolor para medir sus posibilidades de acercamiento a las distintas corrientes al interior del PRI; lo seguro es que buscan cobijo lejos del gobernador, con quien están resentidos por no tener privilegios, entre ellos también se encuentran diversos comunicadores locales.

Es ahora cuando comienza el desfile de diferentes aspirantes olveristas, como Mayka Ortega, Fernando Moctezuma, Geraldina García, Héctor Pedraza, Mirna Hernández, Ricardo Crespo, y un largo etcétera.