Se cae el superdelegado… el jefe es el gobernador

Se frotaban las manos los ambiciosos y obsesionados por el poder, como la garza mayor: Gerardo Sosa Castelán, que en las páginas de su diario calificó al futuro coordinador de programas sociales en Hidalgo, Abraham Mendoza como “VICEGOBERNADOR”, que “recibirá, etiquetará y administrará directamente las partidas de orden federal con lo que hará frente al círculo de pobreza que se generaron en más de 80 años de priismo en Hidalgo”.

¿VICEGOBERNADOR?
De acuerdo al concepto del término, estamos hablando de la persona que hace las veces de gobernador en su ausencia, aunque AMLO se ha encargado de subrayar que es una figura administrativa, porque los gobernadores se eligen y que el presidente será respetuoso de la soberanía de estados y municipios.
Lo que se ha visto es el “aceleramiento” de los morenos y más concretamente de los diputitinos que, atentos a las órdenes del amo iniciaron su actuación con actos de circo barato, como el asedio con violencia al Congreso con la presencia al frente de Cipriano Chárrez “el incinerador”, de la despistada Simey Olvera y de la “atropella-jóvenes” LUCERO AMBROCIO CRUZ, quien según la información se pasó el alto y atropelló a un joven motociclista, y aunque fue detenida por los vecinos ella lo niega y se pinta como un alma de la caridad que incluso mereció el reconocimiento de los vecinos. Afortunadamente como resultado del incidente no hubo necesidad de collarín.
Después, ya encarrerados, pidieron juicio político contra el gobernador y para terminar con esta oleada de tonterías fueron al Senado a pedir desaparición de poderes con argumentos tan pobres que Monreal los bateó. Parecía clara la intención de manifestar que eran el poder en el estado y con tanta fuerza que se sintieron con la capacidad de quitar al gobernador, a lo que parece han renunciado y ahora se dedican a buscar la cabeza de algunos secretarios porque desde su docto punto de vista no cumplen con sus tareas.

OPOSICIÓN
Desde el principio la figura del superdelegado fue rechazada por su alto contenido de agresión contra la soberanía y autonomía de los estados y porque parece evidente la intención de hacer de ellos en el manejo de dinero y programas un escenario de trabajo y ganancia política para Morena, para AMLO y en el caso de Hidalgo, de raja política para quien parece manejar los hilos del partido, que no es otro que el Grupo Universidad.  De este movimiento, el senador  MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG dijo que era una fábrica de precandidatos.
El asunto adquirió tintes fuertes cuando los 12 gobernadores del PAN, más el electo de Jalisco (de Movimiento Ciudadano), en un documento escrito dirigido a López Obrador rechazaron a los superdelegados, sobre todo en materia de seguridad, por violar el pacto federal y reducir a los mandatarios de los estados en simples invitados.
En Hidalgo la misma elección de ABRAHAM MENDOZA como delegado fue un golpe contra el grupo de Sosa, que seguramente esperaba que el encargo recayera en uno de sus alfiles, como se pretendió en la presidencia de la Junta de Gobierno con Veras Godoy, que al final fue decapitado por no dar el ancho.
El mismo Abraham fue calificado por Francisco Patiño (de su mismo partido) de no tener el perfil adecuado para el cargo en una decisión que desde su punto de vista fue equivocada por su evidente falta de capacidad, precisando: “Nos va a traer dolores de cabeza en Hidalgo”. Y quizá lo preocupante es que ha dado señales de ser manejado por Sosa.

DESDIBUJADO
La figura del superdelegado ha sufrido una erosión muy fuerte hasta desdibujar la idea inicial, pues la oposición que encontró en la opinión pública, catedráticos universitarios, analistas, políticos de partidos contrarios a Morena como PAN, PRI, MC, PRD y ya en la política actuante como gobierno en los 13 gobernadores que así lo manifestaron públicamente, llevó al gobierno entrante a clarificar el cargo con evidente repliegue del concepto original.

AL SERVICIO DE LOS GOBERNADORES
Para empezar se les ubicó como colaboradores de los gobernadores y no como autoridad ajena al Poder Ejecutivo de las entidades, como pretendieron los acelerados con su obsesión del poder y dentro del pacto federal en donde la autonomía será respetada. Así lo dijeron las figuras de Morena, empezando por López Obrador, que para frenar el crecimiento de la oposición a la figura del superdelegado dijo :”Los gobernadores son electos y el presidente será respetuoso de la soberanía de estados y municipio”.

“NO HAY SUPERDELEGADOS”
El coordinador nacional, GABRIEL GARCÍA HERNÁNDEZ, señaló:”LOS DELEGADOS ESTÁN PARA SERVIR A LOS GOBERNADORES Y A LA CIUDADANÍA”.  Vaya golpe contra los abusivos que llegaron a pensar que con el superdelegado reducían a cero al gobernador, y en el caso de Hidalgo, convencidos que manejando al delegado casi casi ya eran gobernadores. García dijo más: “No hay superdelegados y no va a haber controversia porque se va a respetar la autonomía y las atribuciones de los gobernadores”.
Por otro lado, al parecer las cosas no están del todo claras en cuanto a la instalación del coordinador en nuestro estado, o por lo menos eso se entiende de recientes declaraciones de Abraham Mendoza.
Todo indica que a las reacciones tan Fuertes contra esta creación administrativa del nuevo gobierno echaron pasos atrás, lo piensan mejor y al final serán figuras que irán muy de la mano con el  gobernador. Dan la impresión de buscar frenar la idea de que se actúa por ocurrencias, como se dejó sentir con el caso del aeropuerto, las comisiones bancarias, el tren maya, el petróleo y otras medidas que hicieron estragos en la economía.
En nuestro estado, la decisión de que sea un coordinador o delegado respetuoso de la autonomía y soberanía de Hidalgo y de que no llega para caminar de acuerdo a su real saber y entender con la idea de que es el que manda sino al servicio del jefe del Ejecutivo, como dijo el coordinador de todos los delegados y el mismo AMLO, deja todo en un nivel razonable y parece frenar de golpe el sueño de ambiciosos del poder que ya sentían tener en sus manos el gobernar a nuestro estado manejando al delegado.
El superdelegado, como lo pretendían los grillos ambiciosos, se cae y queda claro que quien manda en el estado es el gobernador porque así lo decidieron los hidalguenses con su voto.  Por lo menos eso se entiende por los últimos hechos sobre esta figura administrativa-política… pero quién sabe, con eso de que como dicen una cosa dicen otra, ya no se sabe.