Ser y Devenir 110

El ansia de generalidad de los filósofos que tanto critica Wittgenstein en Los cuadernos azul y marrón también alcanza a Karl Marx, como a todo filósofo metafísico. ¡Marx no es metafísico! Lo es y es, dialécticamente, su principal contradicción. ¿La negación del materialismo? El problema de los universales en el marxismo.

—Perdóname, abuelo —la culpa moral me acorrala sin piedad.

La caracterización del burgués, como propietario de los medios de producción en la fase capitalista, lo identifica esencialmente con la riqueza, mientras que el proletario, al no ser dueño del producto total de su trabajo, se le asocia fundamentalmente con la pobreza. Tal vez, pero en el siglo XIX. Por ejemplo, un ejecutivo de Apple gana millones de dólares al año, es un proletario por ser únicamente dueño de su fuerza de trabajo pero ajeno a la plusvalía que finalmente produce y que, obviamente, sólo se embolsa el patrón. Ahora bien, tengo un amigo que es dueño de los medios de producción de una taquería, como el local (por lo que no paga renta), la carne, las tortillas, las mesas, sillas, muebles, caja registradora, refrigeradores, estufas, planchas y demás instrumentos necesarios para el negocio de los tacos. Empero, dicho “burgués” no gana en un año lo que el citado ejecutivo obtiene semanalmente como asalariado. La división está desfasada y ello se debe al carácter metafísico de la propia caracterización.

—No era mi intención destruir tu legado.

Si un obrero llega al poder legislativo a través de una diputación, ¿representará en sus iniciativas los intereses de la clase obrera? En el momento mismo que toma su cargo como diputado (o cobra su primer cheque) deja de ser obrero y, en automático, deja de tener auténticamente sus intereses.

—Yo sólo quería destruir el matadero…

Más disparos me impidieron seguir llorando junto a Tezca y tuve que arrastrarme boca abajo varios metros bajo el poderoso estruendo del alzamiento. Me deslicé por una pequeña loma y, asomándome con cuidado, observé a lo lejos el resplandor total de la revuelta. Tengo que ir al matadero.

Llego corriendo, no hay animales y el lugar está vacío. Un leve ruido a la distancia, volteo y me dirijo a una de las bodegas sangrientas del rastro. Me acerco y los ruidos aumentan, abro la puerta y, para mi sorpresa, me espanta un becerro que sale corriendo. Descubro una puerta de metal dislocada, camino a ésta y, al adentrarme, me encuentro con el cadáver de un niño.

No quise acercarme, temía reconocerlo y lo rodeé para retirarme pero escuché las voces de varios hombres con intenciones amenazantes y rápidamente me escondí detrás de unos tambos llenos de sangre.

—¡Prendan todo! —gritó uno de ellos.

No salí hasta que dejé de escucharlos, aunque ya era demasiado tarde. Le prendieron fuego al matadero y, al verme rodeado por las feroces llamas en aumento, atravesé el fuego corriendo.

 

Continúa 111

Por: Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".






EL INDIO FILÓSOFO - Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".