Ser y Devenir 39

La niña me mira fijamente esperando una respuesta a su propuesta, su mirada verde atraviesa mi cabeza y siento intuitivamente, aunque extrañamente, mucha confianza en ella. Su cabello rojo intensifica su determinación y sus pecas semejan una constelación de estrellas.

—Está bien —acepto el trato.

—Toma —me devuelve la pistola, la reviso y sólo quedan tres balas.

—¿Cómo te llamas?

—Samantha.

Llegamos a un tiradero de basura, ella brinca con destreza entre los montículos de desechos sólidos mientras la sigue Puerquito; yo intento no tocar nada. Levanta una cubeta metálica como propuesta de objetivo pero luego descubre una vieja lavadora.

—¿O mejor una llanta?

—Nos pueden rebotar las balas.

—Mejor unas latas.

Se pone a buscar entre unos montones cuando un potente chiflido la pone alerta. Me mira levantando su palma para que me tranquilice. Ella devuelve el chiflido y, momentos después, aparece un grupo de cinco niños.

—¿Y ellos?

—Son mi banda.

Samantha es la mayor y tiene trece años como yo. ¿Y la banda? El Proto, un mulato de once; El Alebrije, un niño de diez y con un fuerte parecido a Freddie Mercury; La Ñera, una niña punk, ocho años; El Comanche, chamaco loco de seis años, dicen que es hijo de un policía muerto; y La Calabaza, una niña de cinco.

—¿Quién es este compadre? —le pregunta celosamente El Comanche.

—Es un amigo.

—¿Y tú qué o qué? —me pregunta El Proto.

—Nada, sólo vengo a enseñarle a algo.

—¿Y qué le vas a enseñar, carnal? —me reta La Ñera.

—Le voy a enseñar a disparar —contesto mostrando el arma.

Ooohhh. La impresión de asombro de todos seguida de una lluvia de las más variadas expresiones. ¡Órale! Está chida. ¿A quién se la volaste? ¿Ya te enfriaste a alguien? ¿Me la prestas? Parece de película. Déjame tocarla. ¡Préstala, no seas mamón! A ver, dispara.

—De eso se trata, banda —dice Samantha, le entrego la pistola y, ayudándola a sujetarla, la apoyo para que le apunte a una de las latas.

Jala el gatillo, la bala sale disparada haciendo volar la lata y todos los niños festejan la audacia. Quedan dos balas y algunos se me abalanzan queriendo una oportunidad para usar el arma. Me niego y se ponen violentos, Puerquito me defiende y Samantha interviene.

—Por hoy fue suficiente, banda.

Todos asienten, excepto La Calabaza, quien está hojeando un libro sin pasta. Levanta su mirada y nota que la observo sorprendido por su fijación en aquél libro.

—¿Lo quieres? —me pregunta—. Yo no sé leer.

En las primeras páginas aparece el título y autor: Ser-en-el-Mundo de Hubert Dreyfus.

—¿Qué es ser-en-el-mundo? —me pregunta Samantha.

—Nosotros.

—¿Nosotros?

—Todos nosotros.

Nos retiramos del tiradero y, luego de dos horas de camino, descansamos en un camellón recostándonos sobre el pasto quemado por el sol. Puerquito se acurruca a mi lado. Las nubes se mueven lentamente, el azul del cielo es diverso y la luz deslinda sus múltiples tonos.

—Huele a sopa —digo en un suspiro.

Se me enrojecen los ojos de sentimiento y tengo ganas de llorar. Intento controlar el desahogo de mi alma, se me escurre una lágrima sobre el rostro y aspiro muy hondo. Comienza la migraña.

—Tienes hambre ¿verdad? —me pregunta Samantha.

—Más o menos —miento, estoy hambriento.

Me mira, me observa y yo escondo mis ojos rojos.

—Toma —me entrega una manzana envuelta cuidadosamente en papel de china—. La estaba guardando para la noche pero te la regalo.

 

Continúa 40

Por: Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".






EL INDIO FILÓSOFO - Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".