Ser y Devenir 79

El viaje, el desierto y el peyote.

Tengo problemas para escribir esto. No puedo. Han pasado dos semanas y aún tengo momentos de luz en el cuerpo, mis sentidos ya no son los mismos y mi alma sigue en constante transformación desde mi regreso. Fue mi cuarto viaje al desierto místico de San Luis Potosí, empero, hasta esta vez se cerró el círculo cósmico y, después del viaje ultra-meta-físico, nada volverá a ser igual. Algo de mi anterior alma se quedó allá, como el conjunto de mis temores y las inquietudes heredadas por la inautenticidad del ser, el imperator moral y su tiempo social; allá se quedó también mi angustia por lo incontrolable del devenir, mi eterna ansiedad por el futuro y la más profunda depresión por los capítulos más oscuros de mi pasado. Todo eso quedó atrás. Toda la basura del miedo, los rencores y resentimientos, los juicios injustos y los prejuicios de la humanidad. Todo mi desequilibrio físico-espiritual se quedó en el desierto y éste no volvió conmigo nunca más.

—Despierta…

Ni siquiera estoy arrepentido de algunas cosas que locamente hice antes del viaje, unas materiales y otras sentimentales. Ejemplo de lo primero es el haber dejado mi auto abandonado en los maizales de Morelos.

—No le pasa nada —me convenció Gerona.

Ejemplo de lo segundo es el haber escrito muchas cosas —que ahora me parecen estúpidas— sobre mi anterior estado de desequilibrio y debilidad emocional, mis temores mentales y, peor aún, compartirlo todo públicamente a través de mi poesía. Siempre me desnudaba a la primera provocación dejando mi alma expuesta a todo tipo de subestimación filosófica.

—¿Cómo qué?

—Ya no importa.

—Dime.

—Como contar aquello que todo mundo calla por miedo, sea a los demás, a uno mismo o al propio miedo.

—Eres escritor.

—Y, creo, ya no tengo miedo.

 

2 de noviembre, 2017

El desierto, el sol invencible y la luz atravesando como cuerdas las nubes. El espíritu del ser contemplándolo todo desde las enormes montañas. El todo. Y yo entre el cielo y la tierra.

—¿Estás solo?

—Estás tú.

Llegamos al amanecer a Charcas, donde compramos agua y, a las diez de la mañana, ya estábamos dejando el Audi en las orillas del poblado minero de Coronados.

—¿Qué hacemos aquí?

De la fiesta nos lanzamos a Real de Catorce cuando le dije que en la Casa de Cultura había una pintura mía (El demonio amarillo, 1m. x 1.5m, acrílico sobre tapete de plástico antiderrapante) de manera permanente desde su participación en la exposición “El cuadro más feo” en 2014.

—¿Por qué lo hiciste?

—Fue una etapa que tuve de pintor.

—Me refiero a la fiesta.

—Te estaban molestando.

—¿Sólo por eso me defendiste?

—No sólo por eso, pero ello detonó el conflicto.

Recobro la conciencia en el camino, cuando estamos llegando a Matehuala, observo el amanecer observando su rostro y su perfil de diosa griega me deja en silencio. Me mira, sonríe y con su hermosa voz me pregunta:

—¿Tienes hambre?

Niego con la cabeza, mis ojos se vuelven a vencer ante su belleza y suspiro hondamente.

—¿Y esos suspiros?

Se pone lentes oscuros y prende un cigarro.

—¿Me pasas una? —me pide una cerveza del paquete que, hasta ese momento me doy cuenta, está bajo mis pies—. ¿Tú no quieres?

Yo también destapo una, ella choca alegre su envase con el mío y bebemos.

—Llena el Bong ¿no?

—¿Adónde vamos? —le pregunto.

—Por mi cuadro.

—¿Por tu cuadro?

—¡Tú me lo regalaste!

—¿Qué?

—“El demonio amarillo”, ¿ya se te olvidó?

—¿Vamos a Real de Catorce?

—¡Vamos por mi cuadro!

Pisa el acelerador, siento la fuerza de la velocidad a mis espaldas y, al mirar su tablero, noto que el velocímetro alcanza los 160 kilómetros por hora.

 

Continúa 80

Por: Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".






EL INDIO FILÓSOFO - Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".