Todas las dudas del nuevo año

¿Por qué ante el despertar del nuevo año no hay nada que festejar?

En un invierno donde lo que menos ha hecho es frío, el despertar de 2017 sólo augura desolación y desencuentro, un trayecto incierto donde no basta con la voluntad, con el esfuerzo honesto, y donde la inteligencia no parece ser suficiente para garantizar el porvenir.

La última decepción social la constituye el inicio del gasolinazo permanente, donde el desliz de los combustibles se fijará de acuerdo a los apetitos del mercado, para terminar generando una gota amarga inflacionaria que se habrá de reflejar en nuestras mesas.

Pero no es el alza de la gasolina la duda existencial de la sociedad mexicana, no confundamos las causas con los efectos, como señaló Nietzsche, sino el hecho de que la clase política es la causa de los males sistémicos, por encima de cualquier variable externa, llámese decremento del precio del petróleo, Donald Trump, o cualquier otra calamidad externa a la que se le pretenda atribuir el deterioro social que vivimos.

Los consejos pendejos que los medios de información nos dejan para sobrevivir en este 2017 son la mascarada más brutal a la que nos podamos enfrentar y tragar, ya que señalan estupideces como “utilice su aguinaldo para cosas útiles”, “ahorre y no se endeude”, “prevenga para el futuro”.

Yo pregunto: en qué cabeza con un mínimo de cordura cabe decir “utilice su aguinaldo para cosas útiles”, cuando el raquítico aguinaldo apenas y alcanza para esbozar una sonrisa de niño ingenuo; de igual forma: “ahorre y no se endeude”, la capacidad de ahorro de la población en México le pertenece a un sector diminuto, porque la mayor parte de la gente, el común denominador, sobrevive, no vive y, los que viven, viven al día, con el consumo cotidiano, sin poder hacer planes o prospectar; por último: “prevenir para el futuro”, para la población común y corriente, es una monserga, con pedos se llena la cazuela de frijoles, qué mierda se va a poder prevenir.

Observemos a la sociedad, detengámonos en el panóptico cotidiano: ¿quién hace planes?, ¿quiénes esperan un futuro mejor o construir un futuro mejor? Se vive en lo cotidiano y en sus inercias, se vive porque la realidad está construida en la esperanza mediática, en la ilusión de una telenovela, en el analfabetismo funcional, en la supresión de la conciencia activa, en la despolitización del pueblo.

¿Qué nos queda en esta desolación?, trabajar la conciencia con “C”, organizarnos y, si se puede después de ello, replantear el orden sistémico.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.