El amor de las luciérnagas

LAMPYRIDAE, del latín lucerna. 1. f Insecto coleóptero de algo más de un centímetro de largo, cuyo macho, de color amarillo parduzco, tiene forma de escarabajo, y cuya hembra, que carece de alas y tiene forma de gusano, despide una luz fosforescente (RAE). 

 

María y su odisea por los caminos del ser, las posibilidades ónticas y el proceso de la potencia aristotélica de su vida. Lo que es (hace) y lo que puede llegar a ser (hacer). El propósito de un viaje como la búsqueda del sentido de su vida y el proceso de éste como el verdadero encuentro con su identidad, no racional sino emocional, en un viaje sentimentalmente existencial. Esto significa que nunca concluye, mucho menos en algún destino, por el contrario, cada paso hacia su objetivo abre las puertas de los recuerdos que la llevaron, la llevan y la llevarán por diferentes caminos. La vida misma es la constante apertura de los mismos, la elección de uno-exclusión de otros y la reflexión-autoconocimiento de dichas decisiones como la plataforma filosófica para elegir nuevos caminos. 

Ella despliega su ser en una tríada entre el presente y su pasado de niña y adolescente, pero también desde el metalenguaje de su reflexión sobre dichas instancias y momentos. El presente como la voluntad de su naturaleza inquisitiva. 

Tres actrices realizan un excelente trabajo histriónico proyectando una particular perspectiva física y espiritual, forma y fondo de la personalidad; momentos y reacciones en diversas formas que configuran la actualidad y, nuevamente, la potencia aristotélica en una misma acción. Vemos no sólo tres presentes sino pasado y futuro a través de estos mismos despliegues de los tres tiempos de su ser. El presente siempre acompañado de su pasado (e.g., alma infantil-pagana) y entre el juicio de su experiencia vista desde afuera. María son las tres, las tres dimensiones que siempre nos acompañan y que sólo el teatro hace posible su experimentación directa en un solo momento. Tres maravillosas actrices hacen esto posible. 

Bergen, los fiordos y el recuerdo del padre a través de la poesía de Guillermo Prieto; el furicular, la cruda de ultramar y los constantes encuentros esquizofrénicos consigo misma. No obstante, no es mental sino siempre espiritual. Ella viéndose desde afuera, la autoconciencia no consciente de sí misma y la instancia del espíritu de las luciérnagas en los recuerdos. El amor de Rómulo, su primer novio, los derechos sexuales de ambos y la cotidianidad de su relación. La historia con el sacerdote metiche y su constante rebeldía ante la imposición. El teatro como su auténtica vida y el sueño por seguir siendo ella misma.    

El viaje físico continúa hacia Guatemala y lo hace a acompañada de Lola, su loca amiga de la infancia, genio distraído y con un peso dramáticamente dinámico en la odisea que, realmente, es sólo un pre-texto para seguir viviendo, experimentando y, decidir, en el proceso, lo que su intuición le grita pero que racionalmente aún no termina por resolver. Al igual que el peso de su pasado pero, de manera inspiradora, no como yugo sino como última imagen de dicho lastre en su conciencia siempre hacia adelante. El pasado es sólo una referencia y no un peso que determine sus elecciones. 

—La búsqueda de mi otra yo (que está, casualmente, con Rómulo). 

Pero la vida ofrece nuevos caminos y Ramón, un artesano de jaranas, atraviesa su vida libremente, sin límites sensibles ni prejuicios. Es la razón de todo el proceso. La búsqueda del corazón no busca, esencialmente, un corazón exterior sino el sentido de la búsqueda en sí misma. Encontrarlo es siempre un accidente. 

—Es tiempo de soltar —reflexiona en su ser—. Y volver a iluminarme. 

Tal vez los nuevos caminos no sean los imaginados en la inevitable idealización y también habrá que soltar, empero, la búsqueda misma es siempre el camino, el proceso de búsqueda como todos los encuentros consigo mismo. El amor y su luz, la oscuridad del mundo y la luciérnaga siempre volando. La bioluminiscencia de la vida.  

Aplausos de pie. Excelente obra, recomendable en todos los sentidos, dramáticos y de comedia como el equilibrio de la vida misma. Una épica del alma muy bien lograda y excelentes interpretaciones. Felicidades al emotivo trabajo escénico del elenco completo: Ana Zavala, Sofía Sylwin, Sara Pinet, Hamlet Ramírez, Pablo Marín, Miguel Romero y Luis Eduardo Yee. Y, por supuesto, Adriana Montes De Oca (genial como siempre). 

Felicidades al texto y dirección de Alejandro Ricaño. Y a toda la producción de esta obra de arte. 

El amor de las luciérnagas se presentará, durante el mes de octubre, en las siguientes ciudades: El 4 en Toluca; 10 León; 11 Querétaro; 18 Ciudad Juárez; 24 Campeche; 25 Mérida. Consulta tu cartelera. 

 

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Por: Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".






EL INDIO FILÓSOFO - Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".