La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) llevó sus tipos de interés al nivel que tenían a finales de 2008. Finalmente, la FED decidió dejar de regalar dinero y colocó este 14 de junio sus tasas de interés entre 1 y 1.25%, incremento que constituye el cuarto aumento después de diciembre de 2015, y se reserva un quinto incremento para este año.
Sin embargo, este incremento no le ha gustado a todos los países. Las autoridades monetarias de China han rechazado este cuarto aumento de las tasas de interés de la FED, bajo el argumento de que su economía exige otro tipo de medidas, ajustadas a su realidad macroeconómica.
Recordemos la razón por la cual China ha criticado el aumento de las tasas de interés de la FED. Los dos primeros aumentos de las tasas de interés de la FED, en diciembre de 2015 y de 2016, provocaron una salida masiva de capitales de China y una depreciación del 7% de su moneda, lo que obligó a que el Banco Popular de China destinara millones de dólares de sus reservas para defender el yuan.
Con el reciente incremento de las tasas de interés de la FED, de 25 puntos, el banco central de China debió sacar al mercado interbancario más de 90 mil millones de yuanes de fondos, dejando las tasas de los bonos a 7 días, 14 días y 28 días sin cambios en 2.45, 2.6 y 2.75%, respectivamente. Sin embargo, la fuga de capitales y la depreciación del yuan son dos preocupaciones políticas importantes de los líderes chinos en este año de posibles cambios en el liderazgo del gobierno, con la realización del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCH).
Con los actuales aumentos de las tasas de interés de la FED, poco a poco Estados Unidos avanza hacia la reducción de la brecha de las tasas de interés con China, por lo que deberá avanzar en la puesta en marcha de medidas internas para detener la fuga de capitales y a cambiar su enfoque sobre la política del banco central chino de la estabilidad monetaria a la de desapalancamiento, tema sobre el cual el banco central chino desea seguir una política monetaria prudente y neutral, destinada a lograr un equilibrio entre el desapalancamiento y la estabilidad de liquidez.
La economía china ha mostrado signos de desaceleración que alarman a Occidente, pese a su crecimiento en 6.9% en el primer trimestre de este año. La inversión en activos fijos, el principal motor de la recuperación en los últimos años, se ha desacelerado de 0.3% hasta el 8.6% el mes de mayo, debido a la reducción de la oferta de crédito y a una mayor tasa de endeudamiento; por lo que el FMI le está pidiendo a Beijing que flexibilice sus tasas de cambio y avance en las reformas económicas, para evitar los riesgos económicos y financieros. El Fondo prevé que China crezca en 6.7% en este año y en 6.4% en 2018.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
