Consejeros y órganos electorales de Hidalgo: tierra sin ley

Durante el transcurso de 2017 hemos sido testigos del trabajo de los órganos electorales de la entidad y el desempeño de sus integrantes, entre los que han resaltado las mujeres.

Arrancamos con el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH), cuya labor la encabeza Guillermina Vázquez Benítez, a quien le llueven críticas por la precariedad en el desarrollo de las funciones que son responsabilidad directa del órgano electoral y por la dudosa administración de recursos financieros.

Vázquez Benítez ha trascendido por su excesivo gasto en vehículos y telefonía, llegando al grado de otorgar un automóvil a cada representante de partido, poniendo en tela de juicio la parcialidad y objetividad de los trabajos al interior del Instituto, así como dar la impresión de una cofradía rebosante en corrupción.

No suficiente, el desempeño de las actividades referentes al proceso electoral de 2018 ha dejado mucho que desear y en diversas ocasiones ha correspondido al Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo (TEEH) corregir lo dispuesto por el IEEH, debido a que contraviene la legislación y el sentido estricto de los comicios.

Hace unos días los medios locales hablaban de la designación de consejeros para las Juntas Locales sin criterios de paridad, pues en la sesión respectiva Guillermina Vázquez pidió ignorar la postura de la consejera Martha Alicia Hernández Hernández, quien hizo hincapié en la necesidad de mantener la paridad de género entre los nombramientos, a lo que los representantes de partidos también argumentaron que “ya habían tocado el tema”.

Igual de interesante resultó el hecho de que la presidenta consejera del IEEH brindara un evento completo al tema de inclusión indígena, dejando totalmente de lado el tema de paridad de género. Centenares de hipótesis podrían responder el cuestionamiento pero no deja de llamar la atención el hecho de que Vázquez Benítez ha tendido a dejar en segundo plano los temas concernientes a la consejera Hernández Hernández.

Nada mal caerían los cambios urgentes al interior del IEEH, tomando en consideración que existen perfiles femeninos con capacidad y ética probadas para desarrollar los trabajos concernientes al órgano; sin duda se anota en la lista Martha Alicia Hernández Hernández, pero también la magistrada María Luisa Oviedo Quezada.

En el caso particular de la magistrada se habla de una trayectoria extensa e impecable que es prueba de su capacidad en temas jurídicos y electorales, su estancia al interior del Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo se ha tornado indispensable pues es ella quien generalmente coordina los casos que conllevan mayor dificultad, pero también es un perfil que podría optimizar el desempeño a otras instituciones que no están funcionando del todo y, por tanto, están poniendo en duda los resultados electorales.

Es cierto que en atención a disposiciones legales, tanto Guillermina Vázquez Benítez como José Luis Ashane Bulos, consejeros presidentes del IEEH e INE, respectivamente, se encuentran dentro de los períodos para cubrir sus funciones, pero también que una gran sombra de dudas pesa sobre ellos.

En cuanto a las instancias del INE, es sabido que existe una tendencia a elegir consejeros distritales con cierta cercanía a Ashane Bulos, dicho favoritismo genera trabajos sin estricto apego a la ley, por cierto, concurso que jamás ha sido transparentado y, al contrario, pretenden sacar de reflectores para dar paso al repentino nombramiento.

Convendría la publicación de aspirantes al cargo de consejeros de Juntas Distritales del INE y un examen público minucioso del porqué de su elección, ya que sus tendencias han dejado mucho que desear y se les relaciona igual que a muchos partidos políticos con un marcado ritmo de convivencias, así como una pasarela inusual de mujeres jóvenes que a duras penas realizan un par de actividades.

También en el INE los representantes de partido hacen caso omiso al marco legal o el sano desempeño de los comicios, por cierto, rumor cargado por el hecho de que consejeros y representantes conviven con cierta frecuencia.

La revisión y renovación de los órganos electorales es urgente, así como la contemplación de paridad de género y la parcialidad en el desempeño de sus actividades, les urge el órgano de control en el tema financiero, pero también una revisión minuciosa de sus integrantes en aras de que los representantes de partido ninguna garantía ofrecen.