Crisis municipalista y criminalización ciudadana

“Sergio Baños no sólo incumplió sus promesas de campaña, sino también cualquier acción de gobierno que debió ejercer como parte de su labor al frente del ayuntamiento”.

Rotundo fracaso ha resultado la gestión municipal de Sergio Baños y del cabildo que lo asiste en la toma de decisiones y ejercicio del poder, lo cual no se debe al equivocado abordaje de la gran crisis de recolección de basura en Pachuca, sino la crisis municipalista y criminalización ciudadana.

Los síntomas de descomposición de la gestión de Baños Rubio se extienden a la actuación del cabildo, en la que destacan la prepotencia y verticalidad burocrática, segregando a la ciudadanía de su papel complementario para resolver las necesidades en diversas materias: urbanización sustentable de calles y el entorno citadino; seguridad pública y combate a la delincuencia; preservación de la armonía social; limpieza y control de la basura; gestión para la generación de empleo; comercio; uso de suelo y orientación demográfica, así como la gestión para la inversión local, nacional e internacional, sólo por mencionar algunas.

Esta crisis municipalista se acentuó con la torpeza y opacidad en el manejo de recursos, al centrarse en el pago de la nómina y no en la proyección financiera de la obra y gestión pública. Y es que Sergio Baños no sólo incumplió sus promesas de campaña, sino también cualquier acción de gobierno que debió ejercer como parte de su labor al frente del ayuntamiento; sus colaboradores claramente están enfocados en inflar sus redes sociales, en protagonizar campañas de fotografía y pasarela política, así como en señalar a la ciudadanía como responsable de los desatinos de la gestión municipal.

Varios integrantes del cabildo de Pachuca pusieron sus barbas a remojar y, guiados por la ambición de negocios personales, se sumaron al Grupo Plural Independiente del exgobernador Omar Fayad, formando parte de la lista de infiltrados políticos motivados por relaciones de negociación privada y gubernamental.

Frente a la carencia de un verdadero proyecto municipalista, Baños Rubio además camina por una ruta de torpeza en sus declaraciones, las cuales revelan su desconocimiento en temas de cultura, administración y política. Todo ello muestra que el alcalde jamás estuvo preparado para la tarea que se le encomendó, pero mucho más escalofriante resulta saber que maneja al ayuntamiento como pasarela de negocios privados y movilidad política.

Es necesario advertir que la crisis municipalista, no sólo en Pachuca sino en Hidalgo, se sostiene en una estructura anquilosada de corruptelas, peculado y malversación de fondos públicos que ha garantizado prebendas a sectores privilegiados, como el amparo que dio Baños Rubio al fraccionamiento Valle de San Javier y al abusivo uso de suelo por parte de inmobiliarias que apadrina.

De estas cenizas que han expuesto no sólo la torpeza de la gestión de Sergio Baños, sino su vínculo con el sistema de corrupción del antiguo régimen en Hidalgo, debe resurgir la figura del municipio como célula básica de gobierno.


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