El Papa Francisco ha hecho un llamado a la Iglesia Católica para escuchar los gritos y llantos de los niños abusados por los curas, condición que ha expresado de manera abierta y que presagia una tormenta ante el cisma que vive la institución religiosa.
Son cientos los curas acusados de haber cometido abusos contra niños en todo el mundo, sin ir más lejos, en México han sido suspendidos por el Episcopado 157 sacerdotes en un lapso de 9 años, cuestión que evidencia que en todos lados se cuecen habas, pero que invita a implementar medidas de fondo sobre esta conducta en los sacerdotes que ya no califica como anomia del comportamiento.
Sin duda, el Papa Francisco se encuentra en un mea culpa absorbiendo los pecados cometidos por los curas, pero esta actitud tiene dos vías: a Dios rogando y con el mazo dando.
El Papa Francisco no ha quitado el dedo de las llagas de los abusos y lo mismo se ha reunido con sacerdotes que con las víctimas, tratando de atender esta crisis que amenaza la estabilidad y credibilidad de la Iglesia como institución, que en países como España y Chile ya enfrenta un descrédito de tal magnitud que muchos de los feligreses abandonaron sus filas y existe un crecimiento de los evangélicos.
La Iglesia Católica ya no es intocable
De igual manera la curia ya no es intocable, en diversos países los juicios legales en contra de curas pederastas se han multiplicado, como en Estados Unidos, condición que pone en alerta a las estructuras eclesiásticas porque están enfrentando una reacción social en cadena, sui géneris y que no habrá de detenerse hasta que se limpien estos abusos y quedará, sin duda, en la conciencia de la sociedad civil para proceder cada vez que se presenta una tropelía.
Es evidente que la Iglesia Católica atraviesa por un descrédito social pocas veces percibido a nivel mundial, porque los medios de información permiten una difusión nunca antes vista también, cuestión que habla de escudriñar esta histórica anomalía que afrenta a la sociedad.
La buena voluntad del Papa Francisco parece no ser suficiente para extinguir la cloaca que hoy se presenta en la curia; volver a los principios de Dios estará custodiado por los gobiernos y por la sociedad civil.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
