¿Cuál es el futuro de la educación superior en América Latina y el Caribe?

Momento decisivo (II)
La educación superior en América Latina y el Caribe
Resumen
(tomado del documento homónimo publicado por Grupo Banco Mundial).

El Grupo Banco Mundial, en su documento titulado “La educación superior en América Latina y el Caribe”, advierte que la educación superior está en un momento decisivo, por lo que es importante recordar lo que pueden y no pueden hacer los agentes que participan en ella (estudiantes y sus familias, Instituciones de Educación Superior -IES- y los hacedores de política), así como las motivaciones para dicha participación.

El resultado final obtenido por un estudiante de educación superior (por ejemplo, un trabajo, la nota promedio final o la admisión en un programa de postgrado) se deriva de la contribución de muchos insumos que incluyen su esfuerzo, su habilidad innata y su preparación académica, así como otros insumos provistos por las IES como son los profesores, los pares, los laboratorios y las instalaciones.

El argumento importante es que la preparación académica y el esfuerzo individual son insumos, y las políticas que se limitan simplemente a dar acceso a la educación superior sin tener en cuenta la preparación académica de los estudiantes o sin incentivar su esfuerzo distarán mucho de generar todos sus beneficios potenciales.

La posibilidad de que los estudiantes no se gradúen nos lleva a otro asunto importante: la inversión en educación superior conlleva riesgos que afectan a unos estudiantes más que a otros, ya que algunos están menos preparados académicamente para la educación superior y es más probable que abandonen que otros.

Cuando toman decisiones, los estudiantes y sus familias ven los programas de educación superior como “paquetes” que contienen varios elementos como el programa, los pares, los requisitos de esfuerzo estudiantil, los retornos laborales esperados, las conexiones sociales y laborales esperadas y la distancia con respecto a ubicaciones deseadas. Tal y como este informe documenta, no a todos los estudiantes les importa cada uno de estos elementos en la misma medida.

Por ejemplo, los estudiantes con un nivel de habilidad alto suelen preocuparse más de las habilidades de sus pares que los estudiantes con un nivel de habilidad bajo. Además, un rasgo distintivo de la región es la fuerte preferencia de los estudiantes por asistir a IES cercanas a su hogar. Estos dos elementos tienen consecuencias importantes sobre la estructura del mercado.

Mientras que algunos estudiantes se embarcan en la educación superior para mejorar sus perspectivas económicas, otros buscan la oportunidad de aprender alguna materia de su interés y están menos preocupados por los retornos económicos. Asimismo, hay otros que persiguen la “experiencia universitaria”, es decir la inmersión en un entorno nuevo con pares nuevos y exposición a ideas y perspectivas nuevas.

La multiplicidad de estos objetivos plantea un reto para el hacedor de política que trata de regular el sector. No obstante, independientemente de sus objetivos, muchos estudiantes realizan un análisis costo-beneficio cuando deciden si embarcarse en la educación superior y qué opción elegir. Si van a la universidad, deberán afrontar los costos de matrícula y otros gastos como los relativos a los libros y el transporte, y recibirán un salario de graduado universitario una vez se gradúen. Si no van a la universidad, probablemente recibirán un salario de graduado de secundaria.

La manera más obvia (si bien no la única) de influenciar las decisiones de los estudiantes es, probablemente, diseñar sistemas de financiamiento eficientes, responsables y equitativos.

Independientemente de cómo intervenga el hacedor de políticas, es un hecho que su intervención es necesaria porque, por sus propios medios, el mercado no alcanzará el óptimo social consistente en maximizar el potencial de cada persona y satisfacer las necesidades de habilidades de la economía. Este resultado se produce por varios motivos.

Primero, la educación superior proporciona un beneficio no sólo a la persona que la recibe, sino también a la sociedad en su conjunto. Incluso cuando el mercado premia a un graduado de educación superior por su producción, la sociedad también disfruta de las contribuciones derivadas de su innovación, producción de conocimiento y hallazgos de investigación. Además, la sociedad se beneficia de la presencia de titulados superiores de maneras que el mercado no remunera completamente.

Por ejemplo, puede que los graduados de educación superior sean ciudadanos más comprometidos y críen a niños más sanos. Cuando existen externalidades de este tipo, los estudiantes que se plantean si embarcarse o no en la educación superior no internalizan los beneficios sociales totales de la misma e invertirán por ello menos en educación superior de lo que resulta socialmente óptimo.

Segundo, puede que los estudiantes con un potencial mayor para beneficiarse de un programa determinado no lo puedan financiar. Estas restricciones de liquidez para los individuos con talento reducen no sólo la equidad sino también la eficiencia, pues la economía no alcanza su potencial productivo completo.

En este contexto cabe realizar una advertencia: si bien las restricciones de liquidez pueden ser un obstáculo al acceso, otro podría ser la falta de preparación académica para el trabajo que conlleva la educación superior.

Como se documenta en este informe, los estudiantes cuyas familias tiene un nivel de ingreso más bajo suelen tener un nivel de preparación académica menor que los estudiantes cuyas familias tienen ingresos más altos, lo que podría constituir evidencia de un sistema de educación primaria y secundaria no equitativo. Pese a que el mercado de crédito podría, en principio, mitigar las restricciones de liquidez de corto plazo, este mercado es imperfecto. Los préstamos para la educación superior en general carecen del colateral o la garantía requerida por las instituciones financieras, ya que los estudiantes piden prestado para financiar una inversión encarnada en sí mismos.

Además, un préstamo para la educación superior es arriesgado para un banco, ya que este sólo tiene información imprecisa sobre su rentabilidad. Análogamente, el propio estudiante podría tener dudas sobre su probabilidad de graduarse o los retornos de largo plazo de un programa de educación superior.

Como consecuencia, el mercado de crédito, por sus propios medios, jugará un papel más pequeño, si es que juega alguno, en el financiamiento de la educación superior, que el que resultaría optimo desde el punto de vista social.

Continuará…

Por: Roberto Diez Gutiérrez

Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Maestro en Educación con especialidad en Comunicación. Maestro Humanidades con especialidad en Educación. Doctor en Humanidades con opción en Educación. Beca al Mérito Académico de la Secretaría de Educación Pública Federal. Fui corresponsal en el Estado de Hidalgo para Organización Radio Centro, Organización Impulsora de Radio y Cadena Radio Centro. Profesor en el Tecnológico de Monterrey (Querétaro e Hidalgo); en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Universidad INECUH de Tizayuca, Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID-Tula) y Universidad La Salle Pachuca. Rector de la Universidad Científica Latinoamericana de Hidalgo (UCLAH); Director General del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Hidalgo (CECyTEH); Director General de Educación Media Superior del Instituto Hidalguense de Educación Media Superior y Superior (IHEMSyS) y Director Técnico del Instituto de Crédito Educativo del Estado de Hidalgo y Secretario Técnico del Consejo Estatal de Población en Hidalgo. Director General de Proyectos y Programas de Apoyo a la Educación de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo. Presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Consejo Consultivo Ciudadano del Estado de Hidalgo. Colaborador en diversos medios impresos y electrónicos del Estado. Rector de la Universidad Tecnológica Minera de Zimapán (UTMZ). Ex Rector de las Universidades Tecnológicas Minera de Zimapán y Bilingüe de Mineral de la Reforma.






ANDADOR - Roberto Diez Gutiérrez

Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Maestro en Educación con especialidad en Comunicación. Maestro Humanidades con especialidad en Educación. Doctor en Humanidades con opción en Educación. Beca al Mérito Académico de la Secretaría de Educación Pública Federal. Fui corresponsal en el Estado de Hidalgo para Organización Radio Centro, Organización Impulsora de Radio y Cadena Radio Centro. Profesor en el Tecnológico de Monterrey (Querétaro e Hidalgo); en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Universidad INECUH de Tizayuca, Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID-Tula) y Universidad La Salle Pachuca. Rector de la Universidad Científica Latinoamericana de Hidalgo (UCLAH); Director General del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Hidalgo (CECyTEH); Director General de Educación Media Superior del Instituto Hidalguense de Educación Media Superior y Superior (IHEMSyS) y Director Técnico del Instituto de Crédito Educativo del Estado de Hidalgo y Secretario Técnico del Consejo Estatal de Población en Hidalgo. Director General de Proyectos y Programas de Apoyo a la Educación de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo. Presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Consejo Consultivo Ciudadano del Estado de Hidalgo. Colaborador en diversos medios impresos y electrónicos del Estado. Rector de la Universidad Tecnológica Minera de Zimapán (UTMZ). Ex Rector de las Universidades Tecnológicas Minera de Zimapán y Bilingüe de Mineral de la Reforma.