Antes de la jornada electoral destacó la urgente necesidad de los “pensantes” de mantener ocultos sus movimientos financieros, que es el aspecto más sensible de la UAEH, puesto que hace unos meses, con sola idea de un órgano de vigilancia sobre los millonarios recursos que reciben, se sintieron acorralados y buscaron soluciones mágicas como comprar candidaturas de MORENA con la esperanza de ganarse la impunidad tan buscada.
Lucieron asustados por la idea de un cateo que podría poner al descubierto el salario del encargado de la rectoría, pues parece que además de destacar por ser un golpeador también lo hace por los ingresos que percibe.
Y bueno, si en el estado existió un gobernador que hizo su carrera política como “guarura”, qué se puede esperar de Adolfo Pontigo Loyola, que seguramente se ve encumbrado en el lugar de Gerardo Sosa, pues además los señalamientos de traición entre ambos personajes son tan vastos que podrían terminar saliendo a la luz pública.
Parece que el grupo de la Sosa Nostra está en peligro, porque a nivel nacional se ha dado muestra del desprecio ciudadano hacia él por no ser más que el grupo de choque de la vieja guardia priista, abundan los señalamientos de corrupción y el negativo que le representa a Andrés Manuel López Obrador.
Sucede que en Hidalgo “El Peje” se hizo de nombres polémicos pero carentes de fuerza política, contrató a un grupo de choque (ya en la edad madura) y a Canek Vázquez, cuya única virtud es su cercanía con Manlio Fabio Beltrones, ya fue diputado federal y nadie lo recuerda, ni siquiera le alcanzó para ser presidente de la Legislatura Local porque no sabe hacer política, sólo transmitir órdenes.
López Obrador dijo en sus primeros discursos que hará justicia hasta sobre sus compañeros de lucha, es decir, se espera que también la Sosa Nostra pueda caer y sus diputados ya están siendo vistos como los feitos del grupo MORENA.
Después del 1 de julio no sería sorpresa que muchos sosistas caigan en problemas legales.
