La historia del analista Edward Snowden, quien reveló el espionaje que realizaba el gobierno norteamericano a todos los niveles, fue perfectamente contada por la directora Laura Poitras, en el documental Citizen Tour, que incluso mereció el Oscar de la especialidad.
El controvertido realizador Oliver Stone regresa con Snowden al cine político de sus inicios al estilo de JFK, para recrear la historia.
Sinopsis: Snowden (Joseph Gordon-Levitt) es un talentoso analista que es reclutado desde sus tiempos de estudiante por la CIA. Patriota en extremo, no duda en enlistarse, chocando un poco con las avanzadas ideas políticas de su novia Lindsay Mills (Shailene Woods). Poco a poco el joven comienza a adquirir consciencia política y se percata de las constantes violaciones que comete el gobierno estadounidense con la excusa de que son en defensa de la democracia, por lo que decide darlas a conocer al mundo, poniendo en riesgo su propia libertad y viéndose obligado a buscar asilo en Rusia, motivo por el cual muchos lo consideran un traidor, aunque para otros es un héroe.
Stone recrea el asunto fielmente, pero lo hace en forma cansina y tradicional, alargando el asunto durante más de dos horas, lo que lo vuelve tedioso y cansado.
Estamos ante un caso en el que la realidad supera a la ficción, por lo que resulta mucho más recomendable ver el documental de Poitras que la cinta del realizador de “Pelotón” y “Nacido el 4 de julio”, pero si no lo puede hacer, la cinta de Stone lo informará sobre el tema, que es su mayor mérito.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
