Ayer se dio a conocer la noticia sobre la remoción de Humberto Veras Godoy como coordinador de la Bancada de los 17 de Morena, y según uno de los dos acuerdos existentes, también como presidente de la Junta de Gobierno del Congreso Local, para que finalmente la estafeta recaiga en Ricardo Baptista González, expresidente municipal de Tula y exmilitante de Movimiento Ciudadano, por tanto, vinculado también al Grupo Universidad.
Así se hace notar que existen cuatro grupos sobresalientes al interior de Regeneración Nacional: Gerardo Sosa Castelán, Canek Vázquez Góngora, Julio Menchaca Salazar y los militantes de Morena.
Gerardo Sosa por el Grupo Universidad busca candidatear a su hermano, Damián Sosa Castelán, como dirigente estatal de Morena, mientras que Canek Vázquez, se rumora, también podría buscar dicha nominación.
Por su parte, Julio Menchaca busca mantenerse al borde de cualquier tema para no quedar mal con ningún grupo político fuera de Morena, con la esperanza de ser ungido por ser un “buen candidato”, aunque la realidad es que su integridad quedó muy en duda después de la elección anterior y fue el voto de castigo al PRI lo que lo llevó a su actual encargo, pero sobre todo el apoyo del PES y el Panal.
Tal como suena: Encuentro Social y Nueva Alianza contribuyeron a los trabajos de campaña del actual senador morenista, por lo que la derrota de Alejandro González Murillo no fue fortuita ni pura casualidad: obedeció a las traiciones con la promesa de Julio Menchaca para ofrecer puestos en administración federal.
Una cuarta línea es ocupada por la militancia real de Morena, que no es grande y no representa interés para las tres fuerzas restantes, pues están más concentradas en “bajar” actores de otros partidos políticos.
Ahora bien, el cambio de Humberto Veras Godoy pone al descubierto las traiciones bajo el agua entre Sosa, Menchaca y Vázquez, la triada expriista que busca afanosamente la gubernatura a costa de lo que sea y necesita urgentemente capital político, aunque en números reales el Grupo Universidad es el más sobresaliente.
Vázquez Góngora apostará a crear un grupo político nuevo que se coloque con caras jóvenes y, seguramente, trabajará bajo las premisas priistas, mientras que Menchaca Salazar unirá traidores y oportunistas de todos los grupos políticos.
Basta esperar a ver los traspiés de Morena en el Congreso Local y las grillas que entre ellos serán ventaneadas en medios de comunicación, pues están apostando a la publicidad para crear un posible candidato de alternancia.
Baptista González es el resultado de una augurada negociación, sobre la cual corren decenas de rumores en pasillos: algunos dicen que es producto de la intervención de exgobernadores para apaciguar el estado, otros que se trata del problema monetario de los morenistas, algunos más hablan de que el Ejecutivo local puso como única condición la destitución del sosista, y quien asegura que todo se trató de un circo por parte del Grupo Universidad para ganar cámaras.
Pero las figuras principales de la política hidalquense no cambian y en Morena sólo sobresale el Grupo Universidad, que dista mucho de la estatura de grupos políticos como el del gobernador y de otros tantos que aparecen en el escenario político de Hidalgo. ¿Quién controla Morena?
