Las mujeres del Invencible

Al interior del CEN PRI se vive una intensa lucha por abrir o no el candado que condiciona a los candidatos presidenciales a tener 10 años de militancia comprobable, así como por lo menos un cargo de elección popular ganado.
Podemos decir mucho respecto al tema, lo cierto es que la dirigencia nacional se perdió los diversos foros municipales en los que la sentencia es avasalladora: quieren que se respete “la carrera” o “méritos” hechos al interior del tricolor, reclamo válido de la estructura en el partido que siempre ha sido comparada con las hormigas.
Lo sorprendente es quiénes portan la bandera de rebelión al interior del PRI: Ivonne Ortega y Beatriz Pagés. Así es: después de décadas de ser el partido hegemónico equiparado con el retroceso democrático, es el que muestra los cuadros femeninos más aguerridos y competitivos.
Mientras el PAN candidatea a Margarita Zavala, quien no puede quitarse el estigma, o acaso la condición, de “la esposa”, misma que le regaló la estelaridad en planos nacionales, es decir, con todo el reconocimiento que como política debe merecer, su realidad es que le debe la fama a haber fungido como Primera Dama.
Caso opuesto el de Pagés y Ortega, que se muestran como estructura viva del partido del dedazo, desafiando los mecanismos oxidados de un instituto caracterizado por su venia varonil, tratan de mover el rumbo de una elección presidencial que podría sentar las bases de por lo menos un siglo de democracia en México, abriendo las formas de elección de candidatos.
No es poca cosa lo que este par de mujeres pretenden: hablan de innovar en la democracia con una segunda vuelta mexicanizada que brindaría a la ciudadanía un poco de certeza de legitimidad, pero sobre todo credibilidad e involucramiento en el país donde ha ganado el abstencionismo.
Beatriz Pagés es la representante del pensamiento al interior del PRI después de años sin destacar por pensadores que creaban la narrativa de México, surge como corriente ideológica que busca arraigar preceptos que en algún momento dieron coherencia a la existencia tricolor, al tiempo que urge a modificar cientos de conductas que los han llevado al desprecio ciudadano, no por nada viene el slogan de: #PolíticosDeCafé.
Por su parte, Ivonne Ortega representa la parte estructural que trabaja a “ras de tierra”, con un discurso que entabla empatía con su público a través de su pasión por los foros políticos, así como su historia personal de esfuerzo y trabajo que le permite generar identificación con las bases militantes.
A su vez, del lado opuesto de la moneda se posiciona Claudia Ruiz Massieu, secretaria general del CEN PRI, como defensora de la apertura a candidatos ciudadanos. Mucho se ha rumorado el intento de hacerla a un lado en los ejercicios de la Asamblea, pese a ello es indiscutible que ostenta liderazgo ante la militancia que representa.
Resulta irónico que el partido más repudiado en el país por prácticas de corrupción sea el mismo con los cuadros femeninos más sobresalientes a nivel nacional.
Tal vez por eso las hidalguenses no se han quedado atrás, logrando sostenerse en posiciones nacionales: Laura Vargas, Paula Hernández y Nuvia Mayorga ganaron su lugar entregando al primer priista del país grandes resultados para presumir informe tras informe.
Laura Vargas y Nuvia Mayorga son serias propuestas al Senado en 2018, avaladas por trayectoria que difícilmente se puede igualar. En otro apartado aparece Paula Hernández, que no por ser menor su peso sino por poseer aspiraciones distintas bien podría jugar un papel trascendental cerca del siguiente candidato a la Presidencia, o como se ha dicho recientemente: buscar la presidencia municipal pachuqueña.
En el escenario local sobresalen Jessica Blancas, Sayonara Vargas y Citlali Jaramillo, quienes han logrado destacar al interior del gabinete, así como escucharse entre las posibles candidatas en 2018 como garantía de continuidad en el proyecto del gobernador.
Lo preocupante en el estado de Hidalgo es que son los partidos de oposición los que al parecer cierran la puerta a los cuadros femeninos, que apenas aparecen en sus filas y más bien buscan rellenar los espacios de equidad de género unos días antes de las elecciones.
El PVEM podría buscar colocar a Fátima Baños en algún cargo de elección popular, pues pese a su corta trayectoria ha demostrado compromiso frente al Instituto del Deporte. Otra joven que podría destacar en años venideros es Paola Ludlow, quien actualmente se desempeña como directora del DIF Pachuca. Ambas podrían refrescar la imagen de sus partidos ante los votantes.
El año entrante se generará una de las elecciones más competidas de la historia, lo cual podrá ganar curules para mujeres que no forman parte del relleno de cuotas. Irónicamente es el PRI el que tiene mayor número de representantes en ese tenor.