Me rindo

Me rindo, no estoy dispuesta a luchar por nada.

Yo no creo en la meritocracia, ni en el sufrimiento como vía a la felicidad; ¿por qué habría de creerlo?, ¿sólo porque desde niños se nos graba con lágrimas que, si no somos buenos y nos esforzamos hasta desvanecer, no somos dignos de tener alegría y satisfacción? No lo compro.

Creo, en cambio, que todos hemos tenido suficiente dolor a lo largo de la historia, de nuestra historia, y no podemos permitirnos perpetuar y validar la cultura del sufrimiento. El camino no es fácil, por camino me refiero al trayecto en el que estamos 24/7; sin embargo, estoy convencida de que ser parte de la ola azul no es la respuesta, lamentarnos en equipos no neutralizará los eventos complejos y mucho menos atraerá una lluvia de arcoíris.

Y precisamente por todo eso, hace un tiempo decidí no luchar más: si llueve, me resguardo; si el sol brilla, me descubro y pongo bloqueador; si hace frío, uso capas y capas de ropa; si es de noche, respiro y espero. Todo siempre pasa.

Me gustaría contar que lo aprendí en un fin de semana de retiro espiritual, o en un audiolibro, o con terapia de electrochoque. Pero no, ha sido un ir y venir de discusiones con mi pasado y mi presente, y darme cuenta que lo de antes era pequeño y seguramente lo de ahora será pequeño mañana; y en ambos casos poco podemos cambiar.

La respuesta no es la autoayuda, es el autoconocimiento, de lo que nos hace reír y lo que nos hace rabiar. Porque tampoco se trata de dejar de sentir, ni de que el mundo nos valga madre, así tampoco funciona. Estoy cierta de que una de las claves de la vida es abrirle los brazos con los ojos cerrados. Confiar.

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Por: Alma Santillán

Mujer, escritora, pachuqueña. A veces buena, a veces mala. Tiene dos mascotas que no se toleran entre sí, y dos corazones, porque uno no le alcanza para todo lo que siente.


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SÓLO ESTOY VIENDO - Alma Santillán

Mujer, escritora, pachuqueña. A veces buena, a veces mala. Tiene dos mascotas que no se toleran entre sí, y dos corazones, porque uno no le alcanza para todo lo que siente.