Meléndez, Miranda y Galindo, los terrores del Medio Ambiente

Los temas medioambientales cobraron relevancia en décadas recientes, pero su impacto no puede ser puesto en duda, por lo que se crearon diferentes instancias para atenderlos. Hidalgo resultó un lugar perfecto para no hacer nada, ganar millones y pasar desapercibido hasta que una brillante generación de ambientalistas engalanó las plazas.

Las delegaciones federales de la entidad colocaron a lo más selecto de su camarilla: Alberto Meléndez, Emilse Miranda y Jaime Galindo, éstos dos últimos fueron premiados con candidaturas priistas a diputaciones federales.

Alberto Meléndez no se ha ocupado de ningún tema ambiental, en consecuencia, el estado continúa con una clara presencia de empresas contaminantes y regiones donde son comunes las enfermedades degenerativas y hasta mortales entre la población debido a la presencia de sustancias tóxicas, claro que al parecer del delegado nada de esto es su responsabilidad.

En cuanto a la fauna del estado, la exdelegada federal a duras penas aprendió a distinguir un par de términos, ya que los ejemplares en cautiverio conservaron las pésimas condiciones de vida porque Emilse Miranda ni siquiera comprende la necesidad de cuidar animales que no sean sus compañeros de trabajo. En su decir, se trata de ensuciar su imagen de trabajo –olvidando que ha sido seleccionada como la segunda peor diputada a nivel federal-.

Mientras que Jaime Galindo tenía bajo su competencia temas como reforestación y capacitación a grupos de protección civil, lo que lógicamente le pareció un gasto innecesario y decidió destinar los millones de pesos bajo su cargo a paraísos fiscales, cuentas personales y, algunos dicen, a pagar su actual campaña –convivencias y compra de votos-.

Pero los encargados estatales no se quedan atrás y la nota la dio Erika Ramírez Arce, quien decidió reforestar el Club de Golf, colonia que claramente está conformada por habitantes que poseen altos recursos económicos por lo que el “regalo” de arbolitos es tan innecesario como la presencia de Ramírez Arce en cualquier plaza de funcionaria pública.

Su trabajo resultó tan ridículo e indignante que fue retomado en cientos de cuentas de redes sociales por lo que inmediatamente borró sus publicaciones dejando en claro su falta de capacidad para abordar el tema.

Pero también los legisladores locales del PVEM hacen evidente su ignorancia en el tema –y en general-, como Octavio de la Torre y Norma Andrade, quienes sólo retoman propuestas básicas sin generar ninguna clase de juicio propio; como quien dice: saben que es importante reciclar para mantener verde nuestro alrededor, así como la importancia de cuidar el agua y reciclar –por eso en sus convivencias no se utiliza plástico ni pasan horas bañándose-.

Seguramente fundaciones y organismos internacionales encargados del medio ambiente, recursos naturales, protección a los animales, reforestación, protección civil y ecología llegarán eufóricos a Hidalgo para contratar a los eruditos que deletrean perfectamente los temas anteriores.

Debemos estar orgullosos de que las proezas del selecto grupo encargado, o que intentó encargarse de dichos temas, continúe disfrutando de trayectorias políticas prometedoras que podría llevarlo a dejar iguales resultados en otras áreas para las que seguramente estará igual de bien capacitado.