Sin duda vivimos una era intrincada y oscura a nivel internacional; la derrota de un orden sistémico inequitativo y preservador de los privilegios de los grupúsculos de poder evidencia las desigualdades que hoy tienen postrada a la humanidad.
En esta cruenta realidad, México se desgarra y presenta una profunda herida frente a los retos-país que no ha podido cumplir ni en el siglo pasado ni en el presente, creando incertidumbre social y descrédito de la clase política que, no importando su base de sustentación ideológica, ha mostrado la uniformidad del fracaso de su forma de hacer política y sus acciones de gobierno.
En este lúgubre escenario, el natalicio de Benito Juárez, como muchas otras festividades y conmemoraciones nacionales, ya no tienen eco en el espíritu patrio y en sentido de lo nacional que, por cierto, atraviesa por momentos difíciles que también son un efecto de la debilidad del Estado.
A un año de que la pandemia se ha convertido en una constante de la realidad social y no de una excepción, el gobierno de López Obrador no ha podido llevar de manera exitosa su control, lo cual se ha volcado en su contra frente a las críticas por la enfermedad y la muerte, y en torno a la serie de problemas económicos y de seguridad que presenta el país, que han diluido el slogan de su movimiento político: “la esperanza de México”, y todo esto ocurre cuando aún no se ha cumplido la mitad del sexenio.
El sufrimiento colectivo ha rebasado las lógicas de control del Estado y la violación de las medidas para atender la pandemia por parte de la ciudadanía es una respuesta a la precaria cultura política que presenta la sociedad, que es producto de una errónea conducción política en el país.
México lindo y herido.
Si bien podemos presentar la hipótesis de que ningún Estado se encontraba preparado para una pandemia y, por ende, los efectos de la misma no podían ni han sido previsibles, esto no ha eximido a diferentes gobiernos del encauzamiento y control de las medidas que pudieran salvaguardar a su población y crear un efectivo bloqueo a los contagios y a la muerte, condiciones de las que pocos países se salvan y que, en el caso de México, no ha sido así y no habrá de serlo.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
