Ociosa renegociación del TLCAN

En la segunda ronda de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), realizada en la capital de nuestro país, Canadá y México expresaron sus posiciones sobre los puntos en discusión de la agenda, pero al final no se ha avanzado en los temas más espinosos, los cuales se han dejado para abordarlos en el vecino país este fin de mes, aunque más parece un juego donde el presidente Donald Trump tiene las respuestas finales.

Estados Unidos, México y Canadá han seguido las negociaciones como si realmente se quisiera modernizar el TLCAN y no ponerle fin, como amenazó Trump recientemente.

EU había dado a conocer su posición antes de iniciar las negociaciones y todos conocimos la de su presidente desde la campaña presidencial. ¿Qué quiere Estados Unidos?: reequilibrar el comercio entre los tres socios y reducir su déficit comercial con México de 65 mil millones de dólares en 2016.

Aunque es absurdo renegociar un tratado que se firmó para eliminar las barreras arancelarias y no arancelarias al comercio entre los tres países, así como los obstáculos a la libre circulación de los capitales, los negociadores estadounidenses presentaron propuestas de cuotas para algunos productos, plantearon mejorar las normas laborales y la idea de cambiar las reglas de origen del sector automotriz, para que un automóvil tenga el 90% de componentes hechos en Norteamérica y no el 62.5% que tiene actualmentel.

No da para mucho la calidad de las propuestas de Estados Unidos para modernizar un TLCAN que en estricto apego a la integración regional de las economías, la única forma de hacerlo debería ser pasar a la creación de una unión aduanera, pero no dar marcha atrás a la zona de libre comercio creada en 1994 estableciendo cuotas y más barreras no arancelarias al comercio entre los tres países.

Lo cierto es que los negociadores de Canadá y México parecen estar sorprendidos por las propuestas estadounidenses, que presionan para renegociar un tratado comercial para retroceder en lo avanzado después de 23 años, pero no para modernizarlo y profundizar la integración de las tres economías.

De cara a 2018, la intención de los negociadores mexicanos es avanzar en la apertura del sector energético, dejar clara la liberalización de los mercados del petróleo y del gas en la región, sabiendo que la posible llegada de MORENA a la Presidencia y a las dos Cámaras podría provocar la nacionalización del sector energético del país y tirar por tierra los negocios que se han hecho hasta ahora sobre este sector.

Algo que Canadá y Estados Unidos le están pidiendo a México es que mejore su legislación laboral y los salarios, con lo cual esperan reducir la competitividad del país en la mano de obra barata, la cual ha atraído a las armadoras de autos a México.

Evidentemente, los empresarios mexicanos y los negociadores de México se resisten, a pesar de que eso permitiría retener a miles de mexicanos que emigran hacia Estados Unidos y Canadá en busca de trabajo y mejores salarios.

No hay ninguna seguridad de que el TLCAN pueda continuar, y si lo hace será bajo otras reglas y no será más una zona de libre comercio, pues la imposición de cuotas e impuestos a las importaciones van en contra de su espíritu. Trump ha dicho que ve imposible que se pueda alcanzar un acuerdo y ha amenazado con iniciar el proceso de salida su país, por lo que las negociaciones podrían resultar inútiles ante una decisión ya tomada.

Lo único positivo de este proceso de revisión del TLCAN es que Canadá ha ratificado su interés en continuar, incluso sin Estados Unidos; quizá ello permitiría la mutación del tratado y la incorporación de otros países. Mientras tanto, lo acertado del gobierno mexicano hoy es sacudirse el respeto hacia Estados Unidos y buscar un acercamiento con China y Rusia para entrar a sus mercados, algo en lo que Canadá ya está avanzando.

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Por: José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.


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CONTEXTO ECONÓMICO GLOBAL - José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.