Optimista tercera ronda de renegociación del TLCAN

En medio la emergencia nacional por los sismos de las últimas semanas, la tercera ronda de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) pasó desapercibida. Comenzó en Ottawa el sábado 23 de septiembre y uno de los temas centrales fueron las reglas de origen; fue hasta este miércoles 27 cuando los representantes de Canadá, México y Estados Unidos discutieron las posibles enmiendas al Tratado que, en definitiva, ya no tendrá como objetivo profundizar la integración regional de las tres economías del norte del continente, al menos no por ahora.

Los tres países están lejos de alcanzar un acuerdo, pese al espíritu optimista de México y Canadá. Sólo se han agotado tres rondas y están previstas siete, las cuales se han programado para los últimos días de este año. La pregunta que sigo haciéndome es: ¿en realidad se llegará a un acuerdo?, sobre todo después que el presidente Donald Trump ha insistido en que el TLCAN ha sido catastrófico para su país y está convencido de que debe salir.

Pero por si fuera poco, y así debe hacerlo como subordinado del presidente, esta semana el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, publicó una columna en el Washington Post donde asumía las mismas posiciones que presidente: precisaba que la participación de los socios comerciales fuera del áreas de libre comercio creada en América del Norte ha aumentado considerablemente las importaciones de Estados Unidos desde México y Canadá, haciendo alusión a un problema simple y lógico del comercio internacional, planteado por David Ricardo al hablar de las ventajas comparativas de uno y otro país.

En efecto, todas las empresas que quieran vender productos a Estados Unidos van a entrar con ellos por el país que tenga los aranceles más bajos; en este caso México los tiene en relación a los vigentes en Estados Unidos y Canadá en muchos productos; pero además, México tiene una mano de obra barata y calificada, concesiones fiscales y mil facilidades más que otorga a las empresas extranjeras para instalarse. La única manera de hacer frente a ello no es revisar el TLCAN para echarlo para atrás, sino avanzar en la integración regional creando una unión aduanera e imponiendo un arancel común, creando un solo espacio de integración.

Ross ha señalado que si no se reforman las normas de origen, las negociaciones sobre el resto del acuerdo no harán posible cambiar significativamente el desequilibrio comercial, lo cual implica que el 80 o 90% de los componentes de muchos productos tengan que provenir de la zona de libre comercio creada en el marco del TLCAN. Eso no es una mala idea, pues puede ser un estímulo para que muchas empresas armadoras y otras se instalen en México, multiplicando así las inversiones.

Ese tema debió abordarse en la tercera ronda, algo que afecta a la industria automotriz y a México, que ha sido el destino preferencial de la mayoría de las armadoras de autos en los últimos años. Sin embargo, se tocaron otros temas candentes como el de la propiedad intelectual, las normas laborales y la solución de controversias comerciales. Pero existen muchos temas más que afectan a los productores mexicanos, como los relacionados con la venta de productos agrícolas.

Al respecto, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha instruido que se proteja la gestión de la oferta de productos agrícolas, pues ese mecanismo les permite a los canadienses fijar los precios de la leche y de las aves de corral, tema en el cual México tiene una enorme desventaja con sus dos socios comerciales.

Pero al margen de lo complicado de la renegociación del TLCAN, Canadá, Estados Unidos y México siguen hablando de progresos significativos en las negociaciones, haciendo a un lado las tensiones políticas alimentadas por los tuits de Trump y sus declaraciones intempestivas.

No obstante, hay muchos peros que siguen obstruyendo la renegociación y parece difícil que sobreviva a ellos el TLCAN. Ahora, a los problemas con la madera y lácteos canadienses, hay que sumarle que Estados Unidos pretende imponer cuotas compensatorias de alrededor del 220% a las ventas de Bombardier en su territorio, en particular a la venta de avión, para proteger a su competidor, Boeing.

Al margen de las disputas, en los medios los tres países informan de avances notables en varias áreas de la renegociación del TLCAN. En sus declaraciones públicas se afirma que se ha avanzado en las áreas de telecomunicaciones, políticas de competencia, comercio electrónico, buenas prácticas regulatorias, aduanas y facilitación del comercio, acceso a mercados públicos para compras gubernamentales; acordando agregar un capítulo al Tratado sobre las pequeñas y medianas empresas, según la declaración conjunta de los tres países.

Pero por ahora, todo parece que el futuro del TLCAN se definirá en las próximas rondas, la más cercana se efectuará en Washington del 11 al 15 de octubre, esperando que el impredecible presidente Trump no cancele y anuncie la salida de su país del TLCAN, dejando a Canadá y México con un palmo de narices.

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Por: José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.


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CONTEXTO ECONÓMICO GLOBAL - José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.