La improvisación y la deficiente planeación urbana han sido las constantes en Pachuca, metrópoli que ha padecido la corrupción de las administraciones municipales.
La corrupción en materia de uso de suelo es lo que ha permitido asentamientos urbanos irregulares, así como la proliferación de compañías constructoras de fraccionamientos y de obra urbana que crecieron al amparo de la malversación de recursos públicos.
El ayuntamiento de Pachuca ha sido el botín de los piratas del escaño, cuya rapacidad es causa directa del deterioro del hábitat urbano y de la carencia de una planeación que permita la armonización de vías, calles, alumbrado y servicios para crear una ciudad con desarrollo humano digno.
Pachuca es la metrópoli del olvido, donde la rapiña de quienes han ocupado puestos de poder ha fomentado actos de corrupción, malversación de recursos, inseguridad, cada vez mayor presencia de grupos de la delincuencia organizada, comercio informal, deforestación, desabasto de agua, deterioro de la imagen ambiental, menoscabo de monumentos históricos y ahora sus barrios se han convertido en basureros urbanos.
Gobernadores y presidentes municipales del antiguo régimen aprendieron a crear obra pública que les generaba ganancias exorbitantes, pues actuaban en contubernio con proveedores y compañías constructoras, creando un nicho de negocios privados al amparo de la obra pública, dejando completamente en el olvido las apremiantes necesidades de la ciudadanía.
El puente atirantado es un ejemplo perfecto de la deficiente planeación urbana: se creó un elefante blanco donde el flujo vehicular se entorpece, crea cuellos de botella y las arterias aledañas son una amenaza, pues constantemente se registran accidentes.
Jorge Reyes, subsecretario de Obras Públicas, ha anunciado la urgencia de un proyecto integral para corregir el nudo en que se ha convertido la glorieta 24 horas y así orientar sus arterias como verdaderos vasos comunicantes de la capital, potenciar vías alternas y crear un entorno de urbanización de amplia conectividad y desarrollo urbano.
Pachuca no puede seguir siendo una metrópoli en el olvido. Como punto concéntrico de los poderes públicos, se debe encausar el dinamismo social que permita desterrar la corrupción que impera y generar oportunidades de vida digna para sus ciudadanos.
La ciudadanía de la capital ha sido traicionada por diversas administraciones, que han salido impunes de la irresponsabilidad en que incurrieron durante su gestión, creando el desánimo social y el peligroso crecimiento anárquico de una ciudad que no vive bella y mucho menos airosa.
