Querían que la visita de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a Huejutla fuera el Waterloo de Omar Fayad, que hubiera una batalla campal y corriera sangre para exhibir al gobernador por falta de control político, y para ello, de acuerdo a lo que dejaron ver sus voceros y jilgueros, se habló casi de una conjura para lanzarse contra el presidente.
Ya encarrerados le pasaron factura a Julio Valera, a quien no le perdonan que ponga en su lugar a los diputados garzas cuando es necesario, y a la diputada Adela Pérez, que les ganó la elección, diciendo que armaba un ejército tricolor para atacar a AMLO. Incluso hablaron de cantidades de dinero que se estarían dando para llevar a esa gente para armar broncas, desde luego sin más pruebas que su honestidad y pureza de acciones.
Pero, ¿qué buscaban con todo esto?, ¿qué querían lograr aprovechando la visita presidencial? Hasta donde se ve, parecía que buscaban lesionar la excelente relación que existe entre el presidente y el gobernador, “mostrando” que Fayad estaría moviendo a su partido para pegarle a AMLO con este tipo de acciones, en la lógica de lo que pasó en la campaña en la plaza Juárez, en Pachuca.
Con astucia sembraron la idea de que los priistas movían todo con el apoyo de funcionarios de gobierno y pretendían involucrar al gobernador. Difícil de entender, porque para qué querría el gobernador una confrontación con el presidente, si de hecho tiene con él una muy buena relación que sirve a su gobierno para beneficio del estado.
Al gobierno de Hidalgo de ninguna manera le servía esta absurda pelea, pero hay quienes sí cosecharían de haberse dado estos hechos. Imaginemos que hubiera peleas y hasta heridos en Huejutla, sería el momento en que los diputados garzas estarían exigiendo la desaparición de poderes por esa “falta de respeto al presidente”, en cuyo nombre pedirían la cabeza del gobernador, que desde el inicio de su encargo de diputados tienen como encomienda atacar.
Como que no tiene sentido ese argüende de la conjura contra el presidente, en todo caso es una conjura de los de siempre contra el gobernador. Y entonces sí habría que ver quiénes pensaron y llevaron gente para este fin. A lo mejor llegaron tricolores para exigir presencia en el evento, porque no era un acto de morenos, como pretenden hacerlo ver, sino de hidalguenses. Pero no pasó nada.
La presencia del presidente fue todo un éxito en entusiasmo, en posibilidades de manifestación, pero sobre todo en logros para la población con los programas sociales anunciados.
Desde las sombras los verdaderos grillos lamentaron su suerte, sobre todo cuando AMLO, con todas sus letras, le reconoció a Fayad su intervención para terminar la autopista Huejutla-Pachuca. Textualmente dijo: “POR PLANTEAMIENTO DEL GOBERNADOR OMAR FAYAD SE AUTORIZÓ LA CARRETERA, la ampliación de la carretera de Pachuca hasta Huejutla. Aquí en Huejutla hago el compromiso de que la vamos a terminar en el sexenio, año con año va a tener presupuesto para que al final del sexenio tengan una vía moderna de comunicación”.
Algún signo de quién movió todo este escenario de desastre se puede encontrar en el silencio que tuvo el medio de las garzas al dar información de la carretera donde no le da crédito a Omar Fayad. Lo ignoran, para ellos no existe, a lo mejor dolidos del lugar que sí le dio AMLO.
Se les cebó su jugada.
El que tenga oídos para oír… que oiga.
Por: Adalberto Peralta Sánchez
Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.
