El incremento en las cifras de inseguridad tienen en la lona a varios políticos que pretendían despegar sus carreras con “eventitos” bien hechos, tal es el caso de Juan de Dios Pontigo y Yolanda Tellería, secretario Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad y presidenta municipal de Pachuca, respectivamente, y ambos parecen cercanos al Grupo Universidad.
Otro lazo que une a Pontigo y Tellería: el recurso correspondiente al Programa de Fortalecimiento de Seguridad (Fortaseg), cuya cifra es millonaria y hasta el momento no existe transparencia en su ejecución, pero sí malas cuentas que se reflejan en la nota roja diaria. Ambos personajes son intocables para los morenistas que llaman a Mauricio Delmar Saavedra a comparecencia y renuncia, dejando de lado al hermano de Adolfo Pontigo y a la excompañera de partido de Damián Sosa. ¿Coincidencias o apoyos políticos en busca de mayores espacios?
Por ello, Yolanda Tellería salió a declarar que adquirió 6 vehículos con el recurso federal cuando días atrás murió un joven, al parecer, por un disparo de arma de fuego de un policía investigador en el centro de la capital hidalguense. Y eso sin contar las muertes violentas que se han registrado recientemente y que no han sido aclaradas.
Los informes sobre el uso del Fortaseg deberán ser presentados a finales de este año, pero los resultados ya han sido mostrados en la cotidianidad de Pachuca y el resto de municipios hidalguenses azotados por toques de queda, balaceras, huachicoleros, amenazas y trata de personas.
En cuanto a Pachuca, es interesante cuestionar los vínculos políticos que se generan a través del presupuesto destinado a la seguridad y cómo podrían verse beneficiadas algunas expresiones políticas.
