UAEH busca sorprender con viejas tácticas porriles

Iniciamos esta semana con la noticia de que la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) hizo público el adeudo millonario que el gobierno del estado tiene con ella, mediante un video en sus redes sociales oficiales, donde se ha dicho que no han recibido el pago de los meses de mayo, junio, julio y agosto, que aparece acordado oficialmente en el Diario Oficial del Estado.

Llama la atención que con dicho exhorto se convoca a una marcha el día 23 de agosto, que coincide con la fecha de inicio de la Cumbre Hemisférica de Alcaldes, organizada por el Gobierno Estatal, lo cual lejos de ser una casualidad o sospechosismo, se entiende como un reto abierto a los inquilinos de la Plaza Juárez.

Si bien es cierto que la UAEH está en todo el derecho de reclamar el retraso por pagos acordados con anterioridad, también lo es que una vez más muestran las viejas tácticas porriles a través del uso de estudiantes en masa con la finalidad de coaccionar al gobierno estatal.

Sin ninguna novedad llega la convocatoria a una marcha que se entiende como un viejo uso universitario, lo interesante será observar el poder de convocatoria con el que cuenta Gerardo Sosa Castelán, puesto que hace varias décadas se convirtió en el apoderado legal de la Autónoma de Hidalgo sin mostrar mayor influencia en la política hidalguense, al grado de hacerse de un medio de comunicación y un partido político sin lograr colocar un solo triunfo electoral.

Hace un par de años también corría el rumor sobre las redes ciudadanas de Sosa Castelán, las cuales tenían como finalidad hacer trabajo político para la colocación de cuadros del grupo universitario, una vez más, sin éxito alguno.

Esto comienza a parecer más un viejo recuerdo que poder en concreto, un espejismo sobre el dominio de la masa estudiantil que, a pesar de dejarse llevar fácilmente por cantos de sirenas incendiarias, ya no posee ese viejo orgullo universitario que la hacía movilizarse y, contrariamente, desborda quejas sobre los servicios escolares de la Autónoma.

La falta de solidaridad a la situación actual de las finanzas públicas estatales obedece a un ejercicio megalómano de las facultades universitarias, ya que es por todos sabido que se siguen viviendo las consecuencias de los desfalcos millonarios en diversos rubros, sobre todo en Educación Pública.

Pese a todo, el grupo universitario ha decidido buscar presionar por la percepción de millones de pesos que en la administración anterior se les brindaban sin mayor problema, esto debido a la estrecha relación con José Francisco Olvera Ruiz, quien apoyó los trabajos reglamentarios para que la figura del rector de la UAEH se convirtiera en un mero encargado de imagen, mientras que la toma de decisiones estaría a cargo del Patronato Universitario, en el que Gerardo Sosa es rey.

Bajo el discurso de que la UAEH reclama y no confronta, se pretende movilizar también al gremio de trabajadores y docentes que ven amenazada la percepción regular de su salario con el pago de Gobierno Estatal, así como el transporte público Garzabús.

Esto sin contar las millonarias cantidades que a costa de recursos públicos y pagos semestrales de estudiantes, según se dice, logran financiar campañas como la de José Antonio Mota Rojas, que a duras penas es reconocido entre los estudiantes pero que recibió enormes beneficios económicos por subirse a campaña.

Tampoco se ha hablado de la claridad de las finanzas de la familia Sosa Castelán, del partido Movimiento Ciudadano o la franquicia del periódico El Independiente de Hidalgo, mucho menos de los altos salarios percibidos por personajes cercanos al líder moral, que seguramente verán mermada su situación financiera si el gobernador no accede a sus chantajes acostumbrados.

El 23 de agosto podremos ser testigos del raquítico poder de convocatoria estudiantil para asegurar que la UAEH y sus porros ya no tienen el poder que tanto presumían, reduciéndose a un grupo enquistado en la política hidalguense a punto de la extinción.