14 de febrero superfluo y frustrante

Me ocurre lo mismo en la época decembrina que el 14 de febrero, días en que pocos seres humanos reflexionan e interiorizan los sentimientos como expresión de encuentro social, al que por las inercias de la vida no siempre tienen la oportunidad de relacionarse por la voluntad expresa del amor y la amistad.

Me ultracaga que el 14 de febrero, por ser un día construido desde los escenarios de la súplica y la ansiedad que reviste el amor, utilizado como relación social por el mercado, las personas me saluden con cara de pendejos esperando el abrazo inmediato y el beso en la mejilla, inclusive aquellas personas que nunca me saludan y que hoy se ven empujadas a un frenesí asqueroso y brutal.

No me malinterpreten, creo en este vínculo fraterno-erótico que llamamos amor, al igual que creo en la amistad como vínculo de lealtad;  critico cuando es ciega, me duele y se vuelve una mamarrachada tan absurda como lo es ese amor ciego.

Lo cabrón del caso es que el mercado, lo superfluo y la frustración social coexisten para pavimentar el camino a un festín orgiástico sin precedentes, donde las personas son materialmente empujadas a expresar “sus sentimientos”, teniendo que obsequiar algo, y donde el sexo juega un papel utilitario en el que hay que tener suficiente erección y eyaculación para probar que se ama, si no se te para la verga, poco menos que no la quieres, pero si anotas, eres un “amorcito”; mientras que por el otro lado, si no se depiló el pubis y las piernas, es poco menos que una bruja apestosa.

Es lindo, y lo sería más si nuestra conducta social fuera proclive al encuentro, sin falsas intenciones, donde la banalidad no fuera la forma de interactuar y donde la sinceridad generosa nos brindara calor y color social; entonces, sin distinción los vínculos de fraternidad se convertirían en una fuerza incontenible, no exenta de crítica, pero llena de un espíritu de bondad al prójimo.

Si amas realmente o estimas con crudeza, pregúntate: ¿hago lo posible todos los días o constantemente para alimentar ese afecto que me hace grande porque hace grande a quien amo o estimo?, si la respuesta es afirmativa es que eres un ser consecuente, crítico, inteligente y que por sobre todas las cosas, el mercado no ha penetrado como hoy exige que el pene penetre a la vagina para refrendar el día de San Valentín en los bolsillos de los negocios.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.