Corrupción: la madre de todos los males

Nada nos quita la idea de que en México la corrupción es el mal que directa o indirectamente ha originado el estado de las cosas que hoy vivimos. La inseguridad, la falta de empleo, el despilfarro gubernamental, la impunidad, los recientes hechos violentos causados en su origen por el desmesurado alza al precio de los combustibles, los malos gobiernos, más todo lo que quieran agregar, nace o crece por la maldita corrupción.

¿Por qué la inseguridad? En mucho por la complicidad de la policía, que a cambio de dinero permite a sujetos o bandas hacer de la suyas robando casas, a personas, negocios y todo lo que se les pueda ocurrir.

Un claro ejemplo es la sustracción ilegal del combustible de los ductos de Pemex. Todos sabemos de la complicidad de las policías de todos los niveles para permitir el saqueo, que además es uno de los motivos que tiene quebrado a Pemex, por lo que se importa la gasolina y los precios hasta el cielo.

En este tema  de los ahora llamados huachicoleros, todos conocemos casos de sujetos que fueron detenidos robando gasolina y que en días, semanas o cuando mucho meses, ya andan libres. Claro, con el MP y/o con el juez no fue de a gratis su libertad.

Sin la complicidad de las autoridades en el cultivo, traslado, venta y consumo de drogas, otro gallo nos cantara. De manera que este clima de inseguridad que desde hace años padecemos y que cada día crece, tiene su origen en el mismo problema: la corrupción.

Como sabemos, existe un organismo mundial  del que forman parte las 35 naciones más desarrolladas del mundo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), presidida por el mexicano José Ángel Gurría. Esta agrupación señaló en un documento dado a conocer la semana pasada, llamado “Encuestas Económicas OCDE: México 2017”, que la corrupción ha obstaculizado el crecimiento de nuestro país.

El análisis de referencia establece una escala de cero a cien, en donde cero representa al país con el sector público más corrupto. México obtuvo 35 puntos, que fue la menor puntuación entre los 35 país socios del organismo. Ni más ni menos. Estamos debajo de Turquía (42 puntos), Italia (44) y Grecia (46). Por el contrario, entre los países menos corruptos se anotan Dinamarca (91 puntos), Finlandia (90), Suecia (89) y Nueva Zelanda (88).

Entre las versiones que nos da el gobierno para justificar el aumento del 20 por ciento en la gasolina, está el incremento al precio  internacional del petróleo.  Hoy en día resulta que no nadamos en la abundancia que nos prometió hace muchos años López Portillo cuando nos advertía de la necesidad que teníamos los mexicanos de aprender a administrar nuestra inmensa riqueza, proveniente de los enormes yacimientos descubiertos en esos años.

No dudamos que haya sido cierto, pero la corrupción (otra vez) terminó en lo que hoy es Pemex, con un sindicato encabezado por un multimillonario sujeto que por enésima ocasión es legislador, por cierto, que en los últimos 20 años es el emblema más representativo de la deshonestidad sindical.

Hoy importamos más de la mitad del combustible que se consume, las refinerías –incluida la de Tula- trabajan a no más de 40 por ciento de su capacidad por la falta de modernización de sus plantas. Por cierto, la semana pasada la Miguel Hidalgo paró actividades en su totalidad por falta de energía debido al adeudo de Pemex con CFE. Lo dicho: cada vez está peor. Mientras la “Refinería Bicentenario” fue apenas un bello sueño en el que nos sumió Calderón.

Se asegura que no hay contrato que se firme en Pemex             que no lleve una “mochada” para quienes lo suscriben o lo autorizan. Los hurtos cometidos a poca y gran escala de parte de algunos trabajadores y proveedores son también el pan de cada día, y así la lista de irregularidades es interminable en la empresa que alguna vez estuvo entre las 10 más importantes del mundo.

Según la OCDE, México es todavía la decimoprimera economía más fuerte del mundo. Se habla a favor de las recientes reformas estructurales, pero se señala que su alto potencial económico se ha visto obstaculizado por “importantes desafíos”, como los altos niveles de pobreza, la poca participación de las mujeres en la vida económica del país, los logros educativos insuficientes, la debilidad de sus instituciones públicas y lo de siempre: una enraizada corrupción.

El citado documento amplia el tema de la inseguridad y en sus comparativos nos entera que también estamos en último lugar entre los 35 países con apenas el 39.9 por ciento y naciones como Chile están por encima de nosotros, con el 50.2 por ciento, Hungría, 53.2; Italia, 59.3, Turquía, 60.4 y Letonia, 61.6 por ciento.

Y por el contrario, las naciones con mejor percepción en materia de seguridad son: Noruega con el 89.6 por ciento, Suiza con el 87.4, Finlandia con el 85.8, Dinamarca con 85.2 y Eslovenia 83.9 con ciento. Es decir, los miles de millones de pesos que se destinan a esta materia en México nos sirven de muy poco y  para saber no tenemos que esperar a conocer estas cifras, basta mirar para cualquier lado y comprobarlo.

¿Qué hacer entonces para terminar, o cuando menos disminuir, la corrupción en México? Dijo Peña Nieto que es un problema cultural. Queriendo no ver por el lado negativo esta aseveración, diríamos entonces que debemos comenzar a tratar de remediar este problema cultural.

Lo debemos hacer de arriba hacia abajo. Por ejemplo, sancionar severamente a los altos funcionarios corruptos. A los que exigen su mochada en la firma de un contrato en la administración pública, o cosas por el estilo. Todos sabemos de la interminable lista de formas de corrupción al interior de los gobiernos  federal, estatales o municipales, y no hay quien le ponga un alto, por la sencilla razón de que todos hacen lo mismo.

Porque si queremos terminar con la mordida de abajo para arriba con los agentes de tránsito, por ejemplo, que en Tula reciben  diariamente sus 10 pesotes del microbusero, pues no, porque cuando sea reconvenido por su jefe, le va echar en cara los “bisnes” de aquel que bien le conoce.

Está bien, la crisis que hoy vivimos es por el alza del dólar y del petróleo, pero aunque la moneda gringa y los hidrocarburos bajaran, pero la corrupción no, y seguiremos sumidos como hasta hoy. Se dice que una alternativa para la crisis en México es el turismo internacional. Pero con esta corrupción y con esta inseguridad, ¿vendrán a visitarnos? Lo dudamos.

Mientras los senadores, los diputados, los ministros, los magistrados, y en general todos los altos funcionarios sigan percibiendo sueldos exorbitantes y todavía prestaciones como bonos, pago de uso de celular, pago de combustible, pago de viajes al extranjero, seguros médicos, al tiempo que  millones de mexicanos hagan su día por 80 pesos, muy poco vamos a avanzar en México.

Ya es hora de ir de las palabras a los hechos, mañana puede ser muy tarde; las violentas protestas y el vandalismo desatados en varias partes del país, entre ellas en Hidalgo y específicamente en Tula, pueden ser apenas el despertar de aquel México broco que ya vemos demasiado cerca. Al tiempo.

Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero…  Entre nos.

Avatar photo

Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.


ARCHIVADO EN:




Avatar photo

ENTRE NOS... - José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.