Después de la marcha y la solidaridad…

Después de la marcha por México, que movilizó a diferentes contingentes en diversas ciudades del país y que cabe decir, no fue un solo grito, un crisol que diera luz a las exigencias de respeto a la nación, la solidaridad sigue presente pero ha iniciado el proceso de erosión social frente a las estructuras del poder.

Las amenazas de Trump a México no son de la misma magnitud que fueron las de la época de la expropiación petrolera, por lo que no hay un símil entre ambas historias y los efectos no son los mismos, amén que el extraño enemigo, todavía, no profana con sus plantas el suelo patrio.

En los hechos, la amenaza es extraterritorial, con todos los efectos mediatos e inmediatos hacia la estabilidad nacional, por lo que los argumentos más sentidos van hacia el ataque frontal de la administración Trump contra los migrantes y las deportaciones que ya iniciaron, cuestión que diluye el peso del argumento del gobierno de la soberanía nacional, debido a que los migrantes deportados son ilegales, lo cual se percibe, pese a lo cruento de la medida, como un derecho soberano de Estados Unidos.

Es por ello que en Naciones Unidas, el hecho de las deportaciones de migrantes mexicanos no ha sido impugnado desde el argumento o cuestionamiento de su legalidad y legitimidad, sino desde las posibles violaciones a los derechos humanos.

En este escenario, la prospectiva es lógica, una vez que quede claro para todo el mundo que las deportaciones de mexicanos se efectuarán le pese a quien le pese, y que el gobierno mexicano se verá imposibilitado para contenerlas, lo lógico es que cabalgará el pesimismo y el desánimo de los connacionales en Estados Unidos, y ello servirá para causar encono contra el gobierno porque habrá de ser visto como inoperante, pese a que no sea ni su culpa ni su responsabilidad y no esté a su alcance remediar el problema migratorio.

La empatía ciudadana y la solidaridad se diluyen a pasos agigantados, lo que perfila un camino cuesta arriba tanto para el gobierno como para la ciudadanía, porque todo hace prever atomización y una reacción social en desbandada.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.