ÉL

Redacción

La rutina fue suspendida por habitantes de la región de Atotonilco el Grande debido a la visita de Miguel Ángel Osorio Chong y los candidatos del PRI. Pobladores de todos los municipios se contaban entre ellos cómo tuvieron que ajustar su día para poder acudir a la convocatoria del tricolor, lamentándose por quien no pudo ir por razones de trabajo, pero orgullosos del esfuerzo para trasladarse, familias enteras pese a la posibilidad de lluvia.

A la unidad deportiva arribaron los candidatos, clase política, estructura y militantes en diferentes momentos, aunque la llegada del líder de los tricolores no pasó desapercibida, pues la gente corrió a recibirlo amontonándose y tratando de lograr una foto o un saludo; los regalos tampoco se hicieron esperar, pequeños presentes llovían para “El Licenciado” con el agradecimiento de su visita.

El evento lo abrió Roberto Núñez Vizzuett infundiendo ánimo a los priistas presentes. El exlíder de Red Jóvenes X México sabía que el discurso debía estar a la altura del exgobernador y así lo hizo; lógicamente, fue interrumpido en más de una ocasión por el coro “¡Osorio, Osorio!”.

El segundo en tomar la palabra fue Jaime Galindo Ugalde, quien tampoco podía quedar a deber con el discurso, por lo que afirmó que son los mejores candidatos y el mejor partido, porque van con la militancia de los que siempre han dado la cara por el PRI. Si algo no está en duda es el orgullo priista al que invita la presencia de su líder moral y que infunde ánimos en todos aquellos que corean su nombre.

Alejandro González Murillo ocupó el tercer turno para declarar abiertamente que interpondrá una demanda contra Julio Menchaca Salazar por los actos de corrupción en los que ha incurrido; el aforo devolvió la afirmación con júbilo, tal vez por él o por el ánimo de tener cerca al ídolo de los priistas.

Llegado su momento, Nuvia Mayorga Delgado no perdió la oportunidad de recordar cuando fue tutora de la región a la que le guarda cariño, reconociendo el ejemplo de disciplina y amor priista de Miguel Ángel Osorio Chong, quien pese a no haber sido candidato a presidente está trabajando y pidiendo el voto, además de dar muestra a los priistas de que no es momento de agachar la cabeza.

Fue el discurso estelar el que hizo vibrar corazones y enchinó la piel: Osorio Chong abrió resaltando “el gran país que somos”, comentario que fue correspondido con el coro “¡México, México!”. Y es que, si hay alguien que conoce a pie la geografía hidalguense es el exsecretario de Gobernación.

No podía faltar el saludo a cada municipio para continuar diciendo: “Los que hemos venido construyendo este Hidalgo y este México sabemos perfectamente bien que nada se nos regala, que nada puede convertirse de la noche a la mañana para lograr tener todos los satisfactores”, y aseguró que valió la pena todo el trabajo para llevar beneficios a las comunidades, siempre con la verdad para la gente.

Osorio Chong señaló que no existen varitas mágicas e hizo referencia a los candidatos presidenciales diciendo que hay uno que, para todo lo que se pide, dice: “mañana se los doy”, lo cual es muestra de su falta de compromiso y demagogia, pero sobre todo de un discurso sin verdad para la ciudadanía. Por supuesto, se refería al candidato de MORENA.

Pidió escuchar bien las propuestas a 13 días de la elección, pero lo más importante: que toquen la puerta para evitar engaños como en otros países, “por eso me da mucho gusto estar con ustedes y referirme a ese que dice que todo lo puede hacer; yo lo que les he dicho lo he cumplido siempre, aquí en mi estado logramos construir o dejamos en vías de construcción 8 hospitales, 8 centros de rehabilitación, carreteras. ¿Se acuerdan que nos decían que era imposible hacer esta carretera de 4 carriles hacia Pachuca? Ahí va, y con mucho sacrificio y con mucho trabajo y con el recurso que es de la gente. Pudimos hacer distribuidores, pudimos hacer acciones que reflejaran el ánimo de salir adelante, de hacer bien las cosas, del progreso”, dijo. Enseguida llegaron los aplausos, y seguramente recuerdos de muchos de los asistentes que pasaron con el exgobernador ese “imposible”.

“Hay otro candidato que está llamando a la división, que está llamando al enfrentamiento… después de la Revolución unir a nuestro país es bien difícil: en otros momentos electorales como en el 88 o en el 2000, unir a la sociedad fue bien difícil, y si un gobierno se la pasa uniendo nada más, no le da tiempo para trabajar”, dijo haciendo una clara alusión a Ricardo Anaya y su falta de firmeza al cambiar de posturas ideológicas dependiendo si representa al PAN o al PRD.

Pero aún estaba por llegar el momento en que, fuerte y claro, señaló: “Los que militaron en el PRI toda la vida, pero que cuando no se les hizo algo en su ambición personal salieron corriendo, huyendo y se fueron como traidores, créanmelo: allá en ese partido los están recibiendo como traidores porque esa etiqueta en la vida se le va a quitar a Julio Menchaca, el traidor del PRI, quien hoy está en otro partido”. Si alguien puede jactarse de no traicionar al tricolor y mantenerse trabajando de forma colosal es él, y si alguien puede señalar la traición y debilidad de carácter de Julio Menchaca es Miguel Osorio, quien se erige como líder moral del partido por el que no fue favorecido pero continúa leal y congruente.

Pidió un último esfuerzo para “tocar todas las puertas”, comprometiendo su palabra por los cuatro candidatos para lograr dispersar todas las dudas que sobre ellos pudieran tener; exaltó el ejemplo de vida de Nuvia Mayorga, quien empezó como muchas de las mujeres presentes, pero también saludó y mostró su respeto a Ernesto Gil Elorduy.

Las banderas se alzaban y a lo lejos se escuchaba: “¡Miguel, amigo, el pueblo está contigo!”. Sólo quien no ha asistido a un evento donde la gente se entrega al hidalguense puede poner en duda el cariño que recibe en cada lugar que pisa y el orgullo priista que deja tras de sí.

“Voy a llegar por una vía directa, con el apoyo de ustedes a Nuvia y Alejandro, a ser senador de la República; ustedes saben que competí para ser candidato de nuestro partido y hoy estoy a punto ser senador, tocaría esperar al primero de septiembre para empezar con mi responsabilidad, pero no. Hoy estoy aquí porque quiero a Hidalgo y amo profundamente a mi país”, acto seguido la ovación no se hizo esperar por el reconocimiento a un hombre de partido y de palabra que no agacha la cabeza ni se esconde y se ha mantenido firme dando la cara a un país entero, invitando a votar por su candidato a presidente.

“Vamos para adelante, hay más tiempo que vida”, pronunciaba en medio del coro “¡Osorio, Osorio!”, mientras continuaba pidiendo el apoyo pero también comprometiéndose a rendir cuentas de las peticiones y recursos que se puedan generar para trabajar junto al gobernador, pues sólo un líder de ese tamaño no pierde ocasión para mostrar respeto.

“Nosotros no somos como aquellos que ni siquiera conocen los municipios”, afirmó. Eso nadie se lo puede refutar: Osorio Chong no sólo conoce rincones de la geografía, sabe sus carencias no porque alguien le regalara un “análisis”, sino porque ha estado ahí de cerca con la gente.

Cerró hablando de la familia, lo acompañaba su hijo que subió al escenario, y finalizó con un: “¡Vamos a sacar juntos al estado de Hidalgo, que viva Hidalgo, que viva México, que viva México, gracias a todas y a todos, es un gusto, es un honor volverlos a ver!”.

Pero este no fue el final, salir del lugar fue un camino bastante largo para el futuro senador, que seguía tomándose fotos y recibiendo halagos, pues la gente estaba emocionada y eufórica de poder ir a renovar la selfie o de ver a quien un día los gobernó.

La presencia de Miguel Osorio hace sentir invencible al PRI, con orgullo y vitalidad para recorrer Hidalgo.