Nada tan ridículo como pensar que los libros de texto, que han generado la movilización retórica de la oposición al actual gobierno, habrán de dominar la mente de los niños a base de la ideología comunista.
El infantilismo de los comentarios y el juego de intereses absurdos de los sectores de oposición en torno al libro de texto no sólo desvela la desesperación política que viven, aunado al quiebre de toda estrategia utilizada hasta ahora para tratar de revertir el capital político de oficialismo de cara a los comicios de 2024.
Si de acuerdo al gobierno de Estados Unidos, México es su socio comercial más importante en estos momentos, ¿por qué mantendría como su principal socio a un país que difunde ideología comunista en su educación pública?
En una metáfora lógica, la oposición intenta hacer pasar al gobierno como el mesías comunista, condición que no augura ningún dividendo político, inclusive cuando las expectativas de éxito político se han direccionado hacia Xóchitl Gálvez, quien poco a poco pierde fuerza de activismo y se suma a las “corcholatas” de la oposición, que son parte de un refresco que no tiene gas.
Por ende, el libro de texto es un subterfugio retórico de la oposición al actual gobierno, que en su desesperación no encuentra argumentos de peso para realizar propuestas sustantivas de control sobre la pobreza y desigualdad, combate a la corrupción política, economía de vanguardia, educación de primer mundo o proyecto de Estado.
Son muchos los palos de ciego de la oposición, por citar uno recordemos cuando Alejandro “Alito” Moreno congregó a los medios de comunicación para tratar de promover una iniciativa para que los ciudadanos se armaran, cuestión que no sólo no prosperó, sino que marcó el encono de la misma clase empresarial sobre el todavía presidente del PRI; de igual manera, recordamos el desastre mediático del triunvirato PRI, PAN, PRD en torno al apoyo que el mismo Moreno brindó a la Guardia Nacional y su permanencia, cuando había sido el caballo de batalla del triunvirato para atacar a López Obrador.
La tiranía comunista del libro de texto es una retórica desquiciada de la oposición. En realidad, el libro de texto está tan sano como sana permanecerá la mente de los niños en su instrucción, la cual debe ser fortalecida para crear el sustento de un país que no se mire con los atavismos que han hecho de la educación el botín del sometimiento social y control de la riqueza que les permite a las élites económicas y políticas la reproducción hegemónica que desde su ideología ha empobrecido al país.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
