La terapia de shock económico de Javier Milei presenta en el verano argentino la convulsión de protestas articuladas no sólo desde los sectores de izquierda, sino también de aquellos que no cuentan con referencias ideológicas de las generaciones pasadas, las cuales no conocen los alcances de las dictaduras militares ni de la reconstitución de la democracia en ese país, por lo que nos encontramos ante una reacción social que proviene del temprano desencuentro con los efectos económicos del anarcocapitalismo.
Sobresale de este desencuentro social con el nuevo gobierno de la “libertad” -que parece que ya se va al carajo- el hecho de que Milei se ha acercado, en un contradiscurso, a países como China, que aún presenta una tesitura de socialismo de Estado, condición que el “Peluca” atacó antes, durante y después de haber arribado a la presidencia, lo cual indica que su proyecto de terapia de shock económico requiere de abrir los escenarios económicos y financieros a la economía argentina más allá de sus apetitos ideológicos, pero ello implica que el flamante mandatario es más falso que su terapia económica de presión social, que no del capital.
La convulsión que ha causado esta postura extrema está generando encontronazos en el imaginario de reivindicación social, y a una velocidad inaudita ya comienza a perfilar enfrentamientos. La paradoja es que el termómetro de los primeros 100 días, que suelen ser el esplendor de los recién llegados a una presidencia, con Milei se ha erosionado y la reacción social comienza a cuestionar casi cualquier pronunciamiento público del “Peluca”.
En el entramado de la psicosis económica, la venta de las empresas públicas y el empoderamiento del capital de inversión privado nacional e internacional en Argentina tardará por lo menos un año en consolidar la oferta de empleo, por lo que, en un tejido social comprometido económicamente, un año puede implicar enfrentamientos al no tener claros programas y proyecciones económicas.
En los periódicos de oposición pululan los análisis que señalan que la elección del “Peluca” Milei es una de las “mayores cagadas sociales” de las que se tenga memoria, cuestionando la miopía de la ciudadanía que hizo posible que el ultraderechista se encumbrara en la presidencia, pasando de economista de choque a diputado de la “libertad”, cuestión que presupone uno de los veranos políticos más controvertidos no sólo de Argentina, sino del cono sur.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
