El Peje, ¿enemigo de la patria?

Es preferible morir de pie que vivir de rodillas, o bien, morir siendo a vivir no siendo, paráfrasis que habla de la congruencia del acto y por ende de una conciencia que denota virtud.

Durante tantos años hemos visto a un Peje congruente en el decir y el hacer; rijoso, beligerante, dispuesto a desenmascarar a los puercos, cochinos, marranos; con el ímpetu de callar a las chachalacas; con el amor a la patria recuperando el petróleo para los mexicanos; en las cruzadas en pro de los pobres y los indígenas; claro, todo con un discurso lento y parsimonioso que le cuesta el piso en los debates políticos y lo hace parecer lento de sesera.

En los hechos, la retórica de confrontación del Peje le ganó enemigos y admiradores, porque jamás se salió del discurso de evidenciar que la clase política, salvo raras excepciones, está podrida en México, y cuando se le intentó mezclar con acusaciones de corrupción, invariablemente salió bien librado, lo que hizo de su palabra una fuerza de verdad incómoda.

Este escenario fue el que hizo que sus enemigos le inventaran, junto con el ingenio español, aquello de “Peligro para México”, slogan que el Peje no se quita de encima y que aún para los ingenuos sigue causando temor y a otros horror al estilo Drácula.

Nadie gobierna solo y el juego de pesos y contrapesos en el país se afianza desde la Cámara Baja, por lo que el tabasqueño no podría gobernar por decreto  o con veto durante toda su administración, por lo que la hipótesis del peligro para México es una miseria de criterio político y obedece a una estrategia de debilitamiento y lobby político.

El verdadero peligro del Peje y para el Peje es que la ha cagado rotundamente al convertirse  en hermana de la caridad política, abriendo su partido y campaña a extremos como el PES, o bien a Gabriela Cuevas, armas de dos filos, porque por una parte parece que cambió su estilo de hacer política y pretende la armonía más allá del color con un estilo incluyente y, por otra parte, parece un intento confuso y desesperado por congraciarse con los sectores que nunca lo quisieron y que aún no lo quieren.

Este nuevo Peje me caga, deseo ver al Peje entero, aquel que se la jugaba con su proceder; este Peje es poco menos que una lagartija, una pinche zarigüeya que tibiamente ataca, y eso no le da sabor al caldo.

El peje ¿enemigo de la patria?¡Me cago en la leche!

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.