Política con “minúsculas”

Cansado de estar cansado con la política y los políticos, el segundo debate presidencial no me permite parafrasear que entre más conozco a los políticos, más quiero a mi perro.

La verdad de la verdad, es que el pasado debate político me dejó pletórico de dudas, no sobre las propuestas de los candidatos, porque no existieron, sino por las personalidades y conductas de los mismos, que parecen párvulos del escritorio e infantes del garabato o el insulto, los cuales por cierto carecen de la imaginación y calidez que tiene una buena mentada de madre.

Transcurrían los minutos y lo único que me pedía mi cerebro era ver una idea inteligente de los candidatos que seguían pidiendo respeto a México por parte de Trump, cuando sabemos que lo que menos profiere hacia México ese pobre pendejo es precisamente respeto, por lo cual toda la palabrería de los candidatos es un laberinto de mierda por el cual no se puede transitar ni tapándose la nariz.

Qué lástima que no se les pueda descalificar a los cuatro candidatos, son tan malos el pinto como el colorado -no me refiero al vitíligo de nadie-; pasman, dan ganas de vomitar porque parecen yogurt de pus, una cosa incomible que nos recuerda que debemos empezar a educarnos y educar a nuestros hijos desde otros parámetros que no sean las estelas de la política de hoy.

Más aún, esta campaña presidencial que algún miope ha sostenido como la más importante de la historia de México, ¿en qué es diferente a la anterior?, ¿no es caso el Peje el monstruo a vencer como hace seis años atrás?, ¿no es acaso el Bronco un Fox en remix?, ¿no es acaso Meade la civilidad sin resultado y Anaya un chiste mal contado sobre la corrupción?, entonces, ¿cuál es la diferencia?

Acaso, gane quien gane, porque alguien tendrá que ganar, ¿con estos candidatos y políticos los pobres de México dejarán de ser pobres, el precio del petróleo se incrementará, la inseguridad ya no estará en nuestra mente y cuerpo, el empleo se incrementará y nuestros hijos universitarios tendrán trabajo, o bien, lograremos llegar al desarrollo y convertirnos en país de primer mundo?
¿Usted qué cree?

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.