¿Por qué leer a Nietzsche para explicar el siglo XXI?

Bien lo pronosticó Nietzsche: la humanidad va en camino a la degradación de la conciencia y a la autodepredación por el consumo y la ignorancia.

Avatar photo

Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

Con el apetito de un lobo estepario, el siglo XXI se pierde en confusiones y arquetipos que degradan la verdad social y la han vuelo el niño que perdió el globo y lo llora como enunció Neruda.

Pocas veces en la historia de la humanidad la conciencia ha estado tan degradada y consumida por la estupidez social que, en la superchería de las nuevas tecnologías, esconde las miserias humanas donde el empobrecimiento cognitivo y el desarrollo de analfabetas funcionales se ha convertido en la incubación de las pirañas superfluas.

Federico Nietzsche percibió con claridad que, frente al heroísmo divino, había devenido una era donde el conocimiento científico marcaba el fin de los ídolos míticos, para trazar -no sin los escollos del ripio social- la instauración de la ciencia para proveer verdad científica, pero no necesariamente conciencia social; inclusive, han existido infinidad de científicos que realizan ciencia sin conciencia, es decir, crean artefactos para la dominación del Estado y la subyugación y sumisión humana.

Nietzsche advirtió que nos encontrábamos en una era donde la transmutación o transvaloración de los valores sociales desde las élites y cúpulas de poder habría de generar el avasallamiento de la conciencia de aquellos que no se instruyen o cuya instrucción se vuelve ideología y no ciencia proclive al humanismo solidario y la comprensión social. Así surgieron el nazismo, las dictaduras y las dictaduras electas que han sustituido a la humidad por el heroísmo bélico y la guerra, a la verdad por el nacionalismo eugenésico y racial, al amor del eros por la incondicionalidad a la patria, a la libertad por la opresión social.

Sin embargo, el siglo XXI no es la era de las luces de Inteligencia Artificial o la tecnología de vanguardia que alumbra la conciencia para la solidaridad y armonía social, sino todo lo contrario: es la bayoneta de la transvaluación de valores que explicó Nietzsche, donde se aprestan las heridas de una sociedad ignorante y manipulada desde el púlpito político de la tiranía electa, donde la conciencia es sustituida por los artefactos robóticos que en realidad son las cuentas de vidrio que avasallaron al azteca y al inca.

Es una verdadera calamidad que no seamos sociedades de la conciencia solidaria y la cooperación social; en cambio, somos los carniceros que depredan a la humanidad en torno a las granjerías del consumo de un mercado inmundo de artefactos, los que se han vuelto armas que destruyen la vida, pero sobre todas las cosas, la belleza de pensar que se ha prostituido por las redes sociales que, con el frenesí de la indolencia, creen que han creado una nueva sociedad cuando habitan en el oscurantismo de una nueva inquisición.

 

Consultoría política: [email protected]

Avatar photo

Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


ARCHIVADO EN:
, , , , , , ,



Avatar photo

CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.