¡Te lo digo, Pablo, para que lo entiendas, Pedro!

“… el diputado panista por Querétaro, Guillermo Vega, fue frenado firmemente por el mandatario, que de inmediato puso a trabajar a su escudero, Francisco Fernández Hasbun, quien aseveró: “El que se mete con Hidalgo, la va a pagar”, frase inmortal que hizo llorar a propios y extraños”.

El gobierno de Menchaca Salazar se encuentra en una etapa de consolidación en temas de procuración de justicia y democracia que la oposición no advierte, pese al cisma que vive frente al proceso electoral en puerta, al que se adhiere con uñas y dientes a pesar de la inminente continuidad de Morena en el poder.

 

La convulsión política que provocó Santiago Nieto en la estrategia de depuración de corrupción e impunidad del antiguo régimen en Hidalgo no implicaba exclusivamente eliminar a los personeros de la administración de Omar Fayad; su cometido era aleccionar que la justicia “de cuates” se había terminado y que la firmeza de gobierno también era la cara de la 4T en la entidad.

 

Las constantes visitas de López Obrador a Hidalgo se convirtieron en el empuje a un proyecto de alternancia de largo alcance, debido a que nuestra entidad representaba la putrefacción del antiguo régimen que el “Peje” había desterrado, por lo que la mafia priista tenía las horas contadas.

 

En este escenario resaltan los vaivenes de la investigación de la Estafa Siniestra, los cuales mantienen en vilo a la clase política del antiguo régimen y que se habrán de incrementar en la medida que las votaciones del 2 de junio se acerquen, porque si bien es cierto que la depuración de corrupción e impunidad es una cruzada de la 4T, no es menos cierto que es el antídoto a la virulencia que aún persiste entre la oposición en Hidalgo.

 

El clímax del primer año de la administración de Julio Menchaca se presentó en los festejos de aniversario de la erección del Estado de Hidalgo, donde el clima enrarecido del fuego de frontera protagonizado por el diputado panista por Querétaro, Guillermo Vega Guerrero, fue frenado firmemente por el mandatario, que de inmediato puso a trabajar a su escudero, Francisco Fernández Hasbun, quien aseveró: “El que se mete con Hidalgo, la va a pagar”, frase inmortal que hizo llorar a propios y extraños.

 

Sin embargo, la arenga del quijote de la justicia y la democracia tuvo doble intención: no se refería exclusivamente a las declaraciones desorbitadas del panista queretano, sino que también advirtió sobre la continuidad de la estrategia política de depuración de los resabios del antiguo régimen, comenzando con la detención del excontralor estatal, César M.V., y no se detendrán allí.

 

¡Te lo digo, Pablo, para que lo entiendas, Pedro!

 

La enjundia del quijote sorprende a propios y extraños, síntoma inequívoco del cabildeo de Menchaca Salazar con Claudia Sheinbaum que, en su visita a Hidalgo, les leyó la cartilla a las huestes de Morena, por lo que las declaraciones de su presidente, Marco Rico, sobre la transparencia del proceso de selección de candidatos, no se aparta ni de las directrices de la 4T ni de los principios del gobierno de Menchaca.

 

Fernández Hasbun ha iniciado con el pie derecho en su encargo y la vehemencia de su retórica, a diferencia de la parsimonia del gendarme custodio Nieto Castillo, devela la frescura que le hacía falta a la procuración de justicia y democracia en el segundo año de transformación política en Hidalgo y en el trazo estratégico de la continuidad de Morena con Claudia Sheinbaum.

 


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