Hidalgo cambió su historia política durante las elecciones de 2016 cuando eligió a un gobernador priista pero permitió el arribo de partidos de oposición a un sinnúmero de espacios en presidencias municipales y diputaciones locales, rompiendo con el viejo esquema de un estado eminentemente tricolor.
Este escenario parece que influirá en la emisión del voto por candidatos presidenciales en 2018, pues existe una población más receptiva a propuestas políticas diferentes, por lo que la visita de Andrés Manuel López Obrador tuvo foros repletos y calurosas bienvenidas.
Sus recientes eventos, inevitablemente, son comparados con las tradicionales celebraciones priistas en las que se maneja una serie de dispositivos de seguridad, así como la evidente estratificación social de los asistentes con aires de grandeza.
Contrario a lo que Hidalgo está acostumbrado en este tipo de casos, se presentó un candidato sin guaruras ni séquito casi religioso que lo siguiese con modos coloniales, y sin enormes barreras de protección para evitar que fuera abordado con preguntas incómodas o personas que lo invitaran a pactar compromisos de campaña.
La bienvenida al candidato de la izquierda fue calurosa entre gritos que coreaban “Presidente, Presidente” y muestras de afecto que no se caracterizaron por la clásica cargada que seguramente estará presente en la visita del candidato tricolor.
Por otro lado, los medios de comunicación se mostraron benevolentes con aquel que parece predestinado a ser el siguiente presidente de la República, brindándole espacios en casi todos los diarios de circulación local con objetividad que mostraron los nutridos quórums y los discursos sin miedo del ya histórico personaje.
Las declaraciones de López Obrador son incendiarias pero cientos de hidalguenses se dieron cita para escucharlas y, por lo que se ve, se espera un mayor número de votantes que lo consideran el único candidato con credibilidad.
Llama la atención que sus seguidores van desde los sectores con mayor preparación hasta los grupos más vulnerables. No cabe duda que el candidato de MORENA arrasó a su paso por Hidalgo.
