Ya calificados y sin ninguna presión de sus perseguidores, los Toros de Tijuana visitaron el Fray Nano y fueron derrotados por dos juegos a uno por unos Diablos desesperados, que queman sus últimos cartuchos para evitar la eliminación.
Los escarlatas triunfaron por 8 a 4 y 7 a 2, mientras perdieron el segundo juego por 9 a 6. Lo que lució fue el poderío de los astados: tienen un orden al bat en el que cualquiera puede botarla. Se dieron el lujo de sentar en los dos últimos juegos a su jardinero central, Corey Brown, quien marchaba como líder jonronero, lo que le costó el puesto, pues el de Saltillo, Rainiel Rosario, aprovechó la oportunidad y llegó a 24.
En cambio se fueron para la calle en la serie Alex Liddi (17), Cyle Hankerd (16 y 17) y Dustin Martin (15), además de que todos ellos rondan las 70 producciones. Completan el cuadro Jorge Cantú con 10 cuadrangulares y 51 producidas, Roberto López con 11 y 40 y los catchers Juan Apodaca y Gabriel Gutiérrez.
Tienen a veteranos como Alfredo Amézaga y Oscar Robles para cualquier emergencia. En el pitcheo lucen Miguel Peña, quien llegó a 11 victorias por sólo dos descalabros, mientras el ex big leager Sergio Mitre cargó con su segunda derrota. Completan el buen cuerpo de abridores Alex Sanabia y Horacio Ramírez.
Entre los relevistas destacan Mark Serrano y el cerrador Jason Urquidez. Además el manager Pedro Meré cuenta con el auxilio de los veteranos coaches Rafael Castañeda y Matías Carrillo.
En suma, es un equipo completo que llegó a la final el año pasado y éste espera al menos repetir la suerte.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
