Claves del Plan C para aplicar en Hidalgo

Claudia Sheinbaum, en el debate, dio las claves y prescripciones de la dirección que tomará su Plan C, lo que deberá ser aplicado en las Rutas de la Transformación de Julio Menchaca.

Entre el primer y segundo debate presidencial marcados por el viaje sin retorno de la alianza opositora, se ha incrementado la posición beligerante de Xóchitl Gálvez y los exabruptos que reflejan la postura de una mentalidad política que se erosionó en poco más de dos meses de contienda electoral.

 

Empero, no es el papel que la hidalguense Xóchitl Gálvez jugó en el segundo debate, lo que vuelve vital su análisis y comprensión, sino el direccionamiento del Plan C de Claudia Sheinbaum, que es la ruta política que desplegó y que focaliza las potencialidades de los usos del Estado para consolidar la Cuarta Transformación de la nación.

 

En los trazos del primer y segundo debate, quedan para el gobierno de Julio Menchaca las claves y prescripciones fundamentales que deberá emprender en la segunda etapa de las Rutas de la Transformación.

 

I. Corregir el statu quo desde la procuración de justicia

Aquí, el papel del Quijote de la Justicia, Francisco Fernández Hasbun, que en la detención del candidato del PT por el distrito de Mixquiahuala, Armando Mera, perfila que se encuentra en la línea correcta para profundizar desde la Procuraduría General de Justicia, la reestructuración que mandata el Plan C: probidad plena del aparato público y profundización de los esquemas jurídicos de anticorrupción, malversación pública y abuso de poder.

 

II. Reducción de la injusticia, desigualdad social y pobreza

En el segundo debate, se direccionó la estrategia de reivindicación de la 4T hacia la creación de nuevos programas sociales que atiendan la injusticia, la desigualdad social y la pobreza. Estos son, en realidad, los ejes que deberán contener la segunda etapa de las Rutas de Transformación del gobernador Menchaca Salazar, que deben iniciar en las zonas marginadas de Hidalgo, donde la miseria de los grupos vulnerables y de los pueblos originarios es el piso firme de la reivindicación social.

 

III. Armonización social y seguridad pública

La cartilla fue expresa en este aspecto: en Hidalgo, la sensibilidad gubernamental transita por la armonización ciudadana, lo cual, sólo es posible garantizando la paz social, condición que exige crear un entramado de seguridad pública preventiva, de defensa ciudadana que valore al ser humano y su dignidad. Los protocolos de seguridad pública deberán tener un adoctrinamiento a los cuerpos policiacos con un perfil humanitario, de equidad de género y diversidad social, así como respeto etario.

 

IV. Libertad económica y medio ambiente

La industria, el comercio y las vocaciones económicas regionales y comunitarias en Hidalgo, deben garantizar una hacienda pública dinámica que impulse de manera eficiente la simplificación fiscal, otorgando la libertad económica a diferentes sectores. Los programas gubernamentales no son asistenciales, sino estructuras de apoyo económico que no son prescindibles; deberán marcar una planificación expresa hacia el Plan Hídrico Intermetropolitano en la segunda etapa de las rutas de la transformación del gobernador Julio Menchaca.

 

V. Educación y cultura

La educación y la cultura no son opcionales. La Secretaría de Educación Pública de Hidalgo debe romper los esquemas del mecanicismo educativo y de la atomización de la educación, creando un programa de integración educativa de Hidalgo, en la vinculación e interacción de las niñas y los niños del sistema básico para conocer las necesidades de su estado. La cultura deberá darse en la armonización e integración ciudadana para que, en el conocimiento de la diversidad, sensibilice la composición del tejido social.

 

Estas son las prescripciones fundamentales que Sheinbaum dejó en el segundo debate y que deben ser recogidas en las Rutas de la Transformación de Menchaca en el Plan C.

 


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