El arranque formal de la elección de 2024 centra su atención en la frontera entre la política y las instituciones garantes del desarrollo del proceso electoral.
El Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) ha incurrido en inconsistencias de forma y fondo de cara al proceso electoral del 2 de junio, lo cual hizo reaccionar a las representaciones partidistas, que levantaron la voz por la precaria planeación llevada a cabo para garantizar una elección sin contratiempos y en apego a las funciones propias del instituto.
Sin embargo, los desencuentros de las dirigencias partidistas no sólo revelaron la incompetencia del IEEH, sino también las inercias obstruccionistas que generó para contratar a empresas que pudieran implementar los programas virtuales y digitales para controlar el proceso electoral.
No se debe olvidar que el IEEH debe garantizar la armonía de los procesos electorales; no es un árbitro, pero su ingeniería crea el clima de certidumbre y eficiencia de la operatividad de los comicios, por lo que su función no es menor ni irrelevante.
Las bancadas de oposición consideran que el IEEH no ha satisfecho los requerimientos en la contratación de una compañía que pueda operar el proceso electoral con eficiencia en torno a la proyección programática de perfiles de aspirantes, lo cual vulnera la difusión efectiva que debe realizar para que la ciudadanía conozca a los candidatos y decida por cuál votar.
Entre la espada y la pared está el IEEH, que no ha podido encausar la diversidad de intereses de los partidos, pues el desánimo se presentó meses antes del inicio del proceso electoral, en un juego de intereses que marcó dos constantes: incompetencia e incapacidad orgánica.
Los cuestionamientos de fondo son: ¿por qué el IEEH no deliberó con precisión sobre la selección de las empresas que pretendía contratar para el proceso electoral? y ¿qué garantiza en estos momentos que el manejo operativo sea eficiente para lograr el equilibrio y transparencia del mismo?
Todo indica que la incapacidad al interior del IEEH generó un panorama delicado que creó incertidumbre y enrareció el clima político en los partidos políticos, incrementando las tensiones que empujaron a una virulenta reacción de la vieja guardia, que vio amenazados sus intereses.
El gobernador Julio Menchaca Salazar hizo un pronunciamiento de contención al señalar que el clima electoral no presenta “focos rojos de violencia”; sin embargo, la incertidumbre operativa del IEEH ya había creado un clima de violencia política en Hidalgo.
La atención ciudadana en el IEEH está centrada en la difusión de perfiles, los mecanismos del cómputo y el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que no pueden ser elementos protagónicos, pero sí imprescindibles del proceso.
