Fernando Moctezuma, en las sombras de la mediocridad

Fernando Moctezuma Pereda, actualmente diputado federal por el Distrito Electoral de Tula, es uno de los hombres más cercanos a Francisco Olvera Ruiz, y se decía que durante su mandato cualquier trabajo debía pasar por él para ser “palomeado”, es decir que la mitad de responsabilidad en el sexenio anterior recaía en él.

Como secretario de Gobierno de la entidad tuvo que estar al tanto de los desvíos realizados en secretarías como la de Educación Pública, Salud, Obras Públicas o Finanzas, además de haberse jactado como el preferido del exgobernador.

El actual diputado federal ocupó su período en el gabinete para asegurar espacios para su gente más cercana, como es el caso del expresidente municipal de Tula de Allende, que hoy se encuentra en el ranking de los funcionarios que mayores cantidades desaparecieron, y en este caso se llegó a hablar del desvío de recursos para el financiamiento de su campaña, por lo que podría tener que enfrentar consecuencias legales.

Como quien sueña muy alto, en los meses anteriores el exsecretario pretendía colarse a la posición de candidato a senador del PRI con el único mérito de su trayectoria gris que construyó únicamente por la decisión de Olvera Ruiz.

Afortunadamente en la entidad dichas esperanzas se vinieron abajo por diferentes cuestiones, entre las que resalta el hecho de que en el distrito de Tula, la ciudadanía ha externado infinidad de quejas por la falta de trabajo de Moctezuma Pereda, quien parece enfocarse de lleno en la cabecera municipal.

Cuentan que en diferentes ocasiones ha presumido obras millonarias que han motivado a la ciudadanía a cuestionarlo por los números que presenta y que claramente no concuerdan con la realidad. En alguna ocasión se habló de techumbres que en el decir del legislador estaban valuadas en millones de pesos cuando la realidad era otra.

Su trabajo como legislador federal ha sido raquítico y cada día se hace más evidente su falta de liderazgo en la bancada que, se supone, coordina; pese a todo, continúa en la impunidad, escondiéndose de las preguntas incómodas sobre la corrupción en la que presuntamente fue cómplice.

Pese a todo, intentó volverse a colar en los medios locales con diversas declaraciones que sólo hacen evidente su falta de oficio político y la contradicción en la que cae al ofrecer soluciones “fáciles” a problemas que se acentuaron durante su paso como presidente municipal y secretario de Gobierno.


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