Es urgente reestructurar ética y políticamente a la administración municipal de Pachuca, sobre todo tras el fiasco que resultó la gestión de Sergio Baños y la profunda inconformidad social que amenaza con desequilibrios políticos de cara a los comicios del 2 de junio.
Esta ineficiencia dejará inercias negativas a la siguiente administración municipal, que tendrá que revertir el desánimo en una metrópoli que debe operar bajo el poderío de Morena, en el entendido de centralidad política y administrativa de Hidalgo.
La candidatura de Jorge Reyes Hernández a la presidencia municipal de Pachuca es reflejo de la necesidad de curar las heridas causadas por el abandono, olvido y el trasiego de negocios privados al amparo público que ha hecho la administración actual, presa de una casta de políticos rapaces que han quebrantado la confianza ciudadana.
En esta atmósfera convulsa de la política local, Jorge Reyes, desde las lógicas de reestructuración política que devienen de la nueva composición y organización pública del gobernador Menchaca Salazar, tiene dos desafíos en puerta: restaurar la credibilidad en el gobierno local y garantizar una gestión desde y para la ciudadanía.
Después de las patéticas administraciones municipales que han generado un legado de corrupción y malversación pública, Jorge Reyes debe demostrar que su proyecto no se centra, exclusivamente, en el ordenamiento urbano y la planeación de la obra pública, sino en la eficiencia de la gestión, lo cual implica la democratización, incorporación y apertura ciudadana a las tareas del cabildo.
Jorge Reyes tiene el desafío expreso de democratizar la estructura política, no sólo del cabildo, sino también de la microfísica del poder municipal para garantizar un gobierno ciudadano, cuyo peso y capital político le permita recuperar la fuerza social perdida tras décadas de anquilosamiento público.
La clave para renovar a una administración local es privilegiar un cabildo abierto, que no ignore a la ciudadanía ni la convierta en comparsa política, sino en la protagonista de la transformación de Pachuca.
El trazo marcado en las rutas de la transformación por el gobernador Menchaca Salazar le envía un mensaje claro a Jorge Reyes: la eliminación de la corrupción es el primer paso para la recomposición social, por lo que la política y el gobierno ciudadano deben ir de la mano.
Los reflectores están puestos en la candidatura de Jorge Reyes, porque la ciudadanía exige un nuevo líder que dirija la reconstrucción de la ciudad y que haga del cabildo la voz del pueblo.
