La verdad oculta de la pandemia

Ya no es creíble que la curva de la pandemia se está aplanando en México y en la mayor parte de los países del planeta y que esto implique un freno a las muertes que han causado estragos y dolor sin precedentes.

La precaria, irresponsable y lenta respuesta de múltiples gobiernos en el orbe, encubriendo la riqueza de las empresas y negocios privados, ocasionó que el manejo de la pandemia fuera inescrupuloso, jugando con la vida de miles de personas y ocasionando que el dolor, el luto y la incertidumbre social se presenten sin control alguno; más aún, sin que muchos de los gobiernos y la clase política hayan aceptado la responsabilidad sobre su irresponsabilidad y protección de intereses económicos.

La verdad oculta de la pandemia es que los intereses económicos de los grupos financieros, empresariales y de negocios se han protegido a costa de la muerte de miles de personas que son arrojadas a las calles, lo cual evidencia que la esclavitud y explotación del hombre contra el hombre están cada día más presentes.

Dos ideas centrales deben reflexionarse. En primer término, los gobiernos han utilizado un mínimo de sus recursos para atender y defender a la ciudadanía que lo requiere a nivel de la salud pública; quien puede pagar hospitalización no utiliza hospitales públicos, eso es lógico, pero la mayor parte de los enfermos y contagiados deben recurrir a hospitales del sector público, que no cuentan con la amplitud en la atención y ayuda porque históricamente sus presupuestos son de muerte y no para preservar la vida.

El segundo planteamiento es el control social y la propagación del empobrecimiento social como mecanismo de enriquecimiento de las élites. Aquí la realidad tiene que ver con mantener más pobres a los pobres multiplica las cadenas de sujeción y explotación humana, al tiempo que las élites suelen quebrar a los negocios menos favorecidos y, con ello, expandir sus potestades de mercado. La quiebra de muchos es la bonanza de pocos.

Nadie puede ser tan ingenuo para pensar que esta pandemia sólo ha traído la ruina a los grandes consorcios, eso no es verdad. En las economías de mercado todo es un negocio. Si alguien piensa que la vacuna contra el covid-19 no enriquecerá a las compañías farmacéuticas que la desarrollen, es un pobre pendejo; lo mismo si pensamos en las funerarias, que se han engordado con la cantidad de fallecidos a nivel mundial, porque la muerte en las economías de mercado también es un negocio.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.