Macron despierta la ira de Francia

Todo indica que la mierda siempre es materia ingrata en cualquier dimensión, desecho que es impugnado y rechazado tanto por su hedor como por resultar pernicioso para la salud. En los hechos, cuando en Sudamérica decimos “qué mierda te pasa, qué mierda es esta”, hablamos de que algo está cagado o que en algo la cagaste, cosa que es negativa y está podrida.

Las últimas protestas de los “chalecos amarillos” en Francia inició por el aumento del combustible de vehículos, pero en los hechos se desató por la serie de inconsistencias políticas y económicas de un Estado que no da piso firme a las reivindicaciones sociales, condición por la que Macron se enfrenta a un creciente malestar social que inclusive pide su dimisión.

La situación se puso tan álgida que entre las protestas que terminaron en la quema de automóviles, de jardines y de barricadas con intercambio de golpes con la policía, los franceses le tiraron caca a la casa de Macron, creando un ambiente de creciente hostilidad que se acompañaba de amenazas a la integridad del presidente.

Lo peligroso del movimiento de los chalecos amarillos es que no atiende a un movimiento político, sino a un descontento generalizado que ha ido tomando fuerza entre los franceses, cosa que lo vuelve un “anonimus”, donde sin rostro ni bandera, los ciudadanos comunes rechazan el actuar del gobierno de Macron y lo ponen literalmente “como la mierda”.

Difícil situación se vive en Francia, pero a diferencia de lo que ocurre con los ciudadanos en México, los franceses suelen no quedarse de brazos cruzados, por lo que el activismo ciudadano más allá de los partidos políticos debería ser emulado, no en su violencia, pero sí en sus formas de organización.

Europa se convulsiona, las presiones del modelo económico neoliberal se suceden con mayor frecuencia; seguramente no serán las últimas, pero mientras sea rentable para las grandes fortunas, el Estado responderá con violencia, represión y muerte.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.