Manipulación política por doquier

El espionaje político y la manipulación electoral se encuentran a la orden del día y son un parte de un fenómeno que llegó para quedarse.

En términos estrictos no existen filtros o barreras que impidan la manipulación electoral, no importa si proviene de Facebook o de Cambridge Analytica, o bien, de cualquier hacker o gobierno que intente utilizar sus fuerzas para incidir en la opinión electoral o más allá de ésta; el mundo virtual es un demonio de mil cabezas.

El antídoto a la manipulación política se encuentra en sociedades informadas, deliberantes y cognitivamente preparadas en torno a la política y su quehacer, pero la mexicana no es una de ellas, por lo que su empatía le hace ser una veleta, ampliamente manejable, y poco o nada analítica, por lo que nada evitará que la manipulación política esté presente.

Pero la pregunta de fondo es: ¿por quién jugarán las fuerzas siniestras de la manipulación electoral? Nadie piense que las fuerzas políticas están limpias de polvo y paja, por lo que no puede caber de extraño que pudieran utilizar este tipo de estrategia, o bien, que algún sector de empresarios o de alguna fuerza sindical podría generar condiciones de manipulación política, como tampoco podemos descartar fuerzas e intereses externos al país.

No se trata de una paranoia, pero después de conocer el peso demoledor del ascenso de Donald Trump es más que evidente que cualquier esfera de nuestra vida puede ser manipulada y máxime ante el ascenso de los sistemas de información virtual, que pueden tener acceso por medio de un teléfono celular, cuestión por la que México se vuelve ampliamente vulnerable.

El aparente blindaje electoral impuesto por el INE es sólo eso: la apariencia de un sistema que protege el proceso electoral, pero que en los hechos no podrá contener estas prácticas de manipulación política, las cuales no se ejercen exclusivamente por medios virtuales, sino en la misma operación política, por lo que estamos, como nunca antes, en un escenario incierto.

Los ciudadanos deben filtrar y contrastar la información que reciben, pero ello implica un real interés sobre el proceso electoral y el futuro del país, por lo que pensar en el despertar de la ciudadanía es sólo un cuento de hadas.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.