Muchos son los retos que enfrentará la próxima administración de México, entre ellos hacer del ejercicio de gobierno un acto de transparencia y democracia. El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, reveló la semana pasada que había acordado con el presidente saliente, Enrique Peña Nieto, trabajar conjuntamente para la designación del fiscal General de la República, antes Procuraduría General de la República (PGR), con el objetivo de que entre los 10 candidatos al puesto que analice el Senado, estuvieran Eva Verónica de Gyves Zárate, Juan Luis González Alcántara y Bernardo Bátiz, a quienes propuso durante en su campaña.
Parce evidente que el elegido será Bernardo Bátiz, un hombre que renunció al PAN hace años y que se ha ganado a pulso su reputación. Sin embargo, sería lamentable que el nuevo Congreso no se dé la oportunidad de conocer a otros mexicanos valiosos que también merecen la oportunidad de ser escuchados en un Concurso Abierto de Oposición organizado por el Senado, donde puedan demostrar sus credenciales y capacidad para asumir tan importante responsabilidad en el país, e incluso de ahí podrían surgir los subfiscales.
Existen muchos intelectuales y especialistas en los temas de la nueva Fiscalía General de la República, jóvenes brillantes que han entregado parte de su vida a estudiar, con probada honestidad y neutralidad frente a los partidos y la clase política nacional. Entre estos intelectuales se encuentra la doctora Diana Cristal González Obregón, quien ha señalado en repetidas ocasiones que la transformación de la PGR en Fiscalía exige mucho trabajo de coordinación, debido a que el sistema penal acusatorio tiene que jalar al sistema nacional anticorrupción, al sistema nacional de transparencia y al de fiscalización.
González Obregón es parte de la ascendencia del General Álvaro Obregón; su aportación a la lucha por modernizar las instituciones del Estado y mejorar el sistema de justicia penal en el país la ha dado desde distintas tribunas a lo largo y ancho de México, en las aulas de clase y auditorios. En cada estado del país que ha visitado, ha expuesto sus ideas sobre la transformación de las instituciones de justicia locales y su paso a fiscalías; mientras que diversos medios han llenado espacios y páginas con sus entrevistas, donde ha criticado las deficiencias del sistema de justicia penal acusatorio y ha hecho precisiones sobre lo que debe hacerse en el país para corregir y mejorar su funcionamiento.
En 2013, recibió la medalla al Mérito Académico “Iustitia et ius”, entregada entonces por vez primera a una mujer y a una de las más jóvenes y eminentes intelectuales de las ciencias penales en México. Entonces, el coordinador de Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM, el doctor Jorge Pesqueira Leal, señaló que González Obregón era una persona creativa, talentosa, una persona visionaria, formada y especializada en el nuevo sistema adversarial en México, y que desde las reformas iniciadas en 2008 había contribuido a la capacitación de expertos en el nuevo procedimiento de justicia penal acusatorio en el país, y precisó que los mexicanos tenemos cifrada la esperanza que dará mucho más para nuestra profesión y para el bien de los mexicanos.
Es justo, pues, que el Senado dé oportunidad a los jóvenes intelectuales mexicanos que desean contribuir con la modernización de las instituciones, con su refundación. Aunque la neutralidad política en muchos cargos públicos ha sido cuestionada por las prácticas de los partidos y de los funcionarios, vale la pena dar a estos nuevos talentos la posibilidad de soñar con la transparencia en los asuntos públicos.
En 1998 se creó el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), una instancia en la Cámara de Diputados llamada a convertirse la Oficina del Presupuesto que opera en Estados Unidos. Sin embargo, pese a que los puestos fueron concursados, la destitución del director general que ganó el concurso de oposición, llevó a que los diputados designaran, sin un nuevo concurso, a Roberto Michel Padilla, quien posteriormente destituyó, sin argumentos, al director de Estudios Macroeconómicos, poniendo fin a la neutralidad política del CEFP y haciendo de éste un rehén de quien controle la Cámara.
Precisamente, los ciudadanos votaron masivamente por Andrés Manuel López Obrador, por los diputados y senadores, para poner fin a esas prácticas. Es por esta razón que, en aras de la transparencia, de la profundización de la democracia en México y de la refundación de las instituciones del Estado, bien vale la pena que los ciudadanos, que los universitarios, que los ministerios públicos de todo el país, que muchos de los procuradores y abogados, puedan ver entre los 10 candidatos a ocupar el puesto de fiscal General de la República, a Diana Cristal González Obregón para que tenga la oportunidad de dar mucho más para “el bien de los mexicanos”.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
