La “vehemencia” del rechazo a la invasión a Ucrania por el ejército ruso a nivel de Europa occidental se ha ido erosionando, a tal punto que este tema ya no ocupa los titulares de las noticias a nivel internacional, pese a lo cruento de este conflicto a nivel de la geopolítica en el orbe.
Este olvido estructural de las potencias sobre Ucrania se explica porque la fuerza de Rusia y el gobierno de Putin solo han proyectado una respuesta a la reconstitución de la fuerza de reacción de la OTAN, después de que se había debilitado en el curso del gobierno de Donald Trump, quien le dio la espalda. En respuesta, Putin atacó con la invasión a Ucrania, que había coqueteado con su ingreso a la Comunidad Económica Europea, y esto lastimaba a los intereses geopolíticos y geoeconómicos de Rusia.
La reacción enconada y amenazante del gobierno de Putin a diferentes países que manifestaron su apoyo al gobierno de Zelensky actuó como una puesta de cadena al “mastín europeo”, cuestión que avivó las tensiones, pero evidenció que, de facto, las principales potencias europeas no habrían de actuar enviando tropas en apoyo de Ucrania. Y esto, además, se sumó al constante asedio bélico del ejército ruso, que estratégicamente estira y afloja la intensidad de los ataques hasta que logre doblegar a la resistencia ucraniana.
El desdibujo de la respuesta de las potencias de occidente es el fiel reflejo de que la correlación de fuerzas no le favorece y que Rusia sigue siendo la gran bestia roja, pero hoy, en plena competencia con las economías de mercado y en una alianza tácita con China, el dragón del mercado internacional que, por cierto, está en una fase de desarrollo tecnológico de vanguardia que ya marca los nuevos apetitos del consumo internacional y, por ende, guía las lógicas de la producción a nivel internacional.
Ucrania ha quedado solo en este conflicto con Rusia y evidencia que pocos países podrían hacerle frente al poderío de Moscú, cuestión que constituye la primera gran alerta roja hacia occidente.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
