La detención de Óscar “El Perro” Pelcastre ha generado una oleada de declaraciones por parte de los diferentes niveles de gobierno, curiosamente, todas ellas contradictorias. Destacan los comunicados emitidos por parte del Ayuntamiento de Pachuca, que pretendieron culpar de la liberación de Pelcastre, en primer lugar, a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), es decir, buscaron
Lo que mañosamente omitió el comunicado es que para seguir tal acción penal era necesario que algún representante del Ayuntamiento, que preside Yolanda Tellería, compareciera ante las autoridades a querellarse y presentar pruebas, por lo que parece que en toda la estructura del gobierno municipal nadie pudo asesorarlos correctamente en materia jurídica.
Quien realizó la estrategia mediática de victimizar a Yolanda Tellería decidió cargar culpas también sobre el síndico jurídico Francisco Carreño porque no acudió a resolver la situación e iniciar acción legal contra “El Perro” Pelcastre.
Motivado por los dichos que se atribuyen a la alcaldesa, Franciso Carreño ofreció una conferencia de prensa en la que hizo énfasis en las obligaciones que corresponden a Yoli Tellería y que, al juzgar por los recientes hechos, muestran su incapacidad para gobernar. De esto resulta lógico que si la alcaldesa no se siente competente para sostener el cargo, podría dimitir dignamente.
Aunque la motivación de Tellería es puramente electorera, pues jamás ha tenido un perfil político con sensibilidad social o visión de desarrollo, simplemente se colgó de la buena fama de su hermano y de un momentáneo voto de castigo que malamente la hizo visualizarse como probable candidata a gobernadora, con un esposo senador y una hija diputada.
Es así como Yoli Tellería pretende responsabilizar a todas las figuras posibles de lo que recae en sus obligaciones como Presidenta Municipal de Pachuca y, con tal de hacer campaña a favor del Frente Ciudadano en Hidalgo, ataca a figuras priistas mientras olvida que fue ella regidora por ese partido político.
Seguramente, en pocos meses, olvidará a qué expresión política pertenece según su conveniencia y continuará generando mentiras mediáticas para evadir su incompetencia.
